Fede de los Ríos
JO PUNTUA

Mariano y la amenaza de las momias

Pudiera tratarse de una película de serie B como la contabilidad de los patriotas de la gaviota. Nada más abandonar Soto del Real, el indemnizado en diferido en forma efectivamente de simulación Bárcenas rompió a hablar para delicia de la banda del gallego que le había demandado fortaleza. Ahora el lacónico ruego «sé fuerte, Luis» se ha convertido en «qué fuerte lo de Luis». Rajoy, con el culo al aire y las encuestas anunciando cierzo. Algunos intentarían un discurso difuso que intentara abarcar el mayor espacio de auditorio, tirando a lo que algunos llaman centralidad o la tan de moda transversalidad (pobre Borja Sémper). Nada de eso. Por algo los suyos ganaron la guerra civil. Vuelve el Hombre. Han sacado a pasear las pútridas momias anunciadoras del apocalipsis. Los fantasmas agitados, los de siempre y uno más: a la amenaza rojo-separatista interna, un clásico, se le une ahora la yihadista. También vuelve la mujer-mujer, media naranja del hombre-hombre, como Esperanza Aguirre, alertando de la fusión del comunismo más arcaico con el populismo más demagógico que puede llevar a España a la ruina.

Como a los naburros siempre nos toca bailar con la más fea (o feo, queridas, o feo, no se me encabronen con los dichos populares), aquí el paracaidista ha resultado ser el único, el inimitable, el inefable, el más que católico, el gran amante del orden público y la seguridad privada... Jaime Mayor Oreja (J.M. en la libreta de Bárcenas). El olor a naftalina e incienso inundaron las pituitarias de los nasos navarros anunciando la presencia del que definiera la vida de los vascos durante el franquismo como «una situación de extraordinaria placidez».

Mientras un crecido pequeño Aznar desbigotado, empachado de sí mismo, abroncaba a sus huestes arengándolas, cual Don Pelayo, a la guerra santa contra los enemigos de España, un Mayor Oreja, a modo de Calvo Sotelo pasado por agua (bendita), después de afirmar que «Navarra no es cualquier territorio», alertaba de que la patria del creador de las misiones «hoy es la vanguardia de la ruptura, la vanguardia del experimento, la vanguardia de un frente popular, populista nacionalista». Así que las elecciones de mayo serían, al decir del preclaro Mayor, la repetición de las de febrero del 36 que dieron el triunfo al Frente Popular.

Dios te oiga con su oreja mayor.