Raimundo Fitero
DE REOJO

25 años

Se ha cumplido un cuarto de siglo de la existencia de las televisiones privadas en el ámbito del Estado español. La primera fue una Antena 3 que salió de manera forzada, con demasiadas prisas y muy poco sentido. Recordar ahora aquellas emisiones, aquellos noticiarios, la precariedad, la falta de remate de todo lo que se ofrecía parecía una condena, como si el peso de la televisión existente hasta esos momentos, TVE con sus dos canales, y las autonómicas con señal estatutaria o usando el llamado tercer canal, fuera excesivo, que impidiera hacer una televisión competitiva fuera de las estructuras elefantiásicas de las institucionales. No fue un buen comienzo, es más, la imagen de sus primeros informativos, de sus primeros programas remitía a un estado primario de la televisión.

Es difícil resumir en dos mil caracteres veinticinco años, pero este canal fue un campo de experimentación, y con el pasteleo del reparto de las señales desde el Gobierno felipista, aparecieron Telecinco y Canal plus, esta codificada, de pago. Y en estos veinticinco años han pasado gobiernos, accionistas, vaivenes programáticos, hasta llegar a hoy que está todo controlado por el duopolio, las comunitarias están debilitadas, TVE es un desastre por su manipulación y ocupación por la parte más reaccionaria del desgobierno estatal y con unas posibilidades de tener cerca de doscientos canales a golpe de mando a distancia. Todo ha cambiado demasiado como para poder comparar sin dedicarle un estudio profundo.

Nos hemos acostumbrado a decir que se trata de televisiones privadas, de que forman parte del ejercicio de la libertad de expresión, pero estas señales son concesiones administrativas estatales. Se renuevan cada equis años, y se las pueden quitar si no se portan bien con los gobiernos de turno. La media de retirar la publicidad en los medios públicos estatales fue una inyección económica para Mediaset y Atresmedia. Ahora Rajoy y sus secuaces les tienen amenazados. Es inútil imaginarse una vida sin las señales de las televisiones privadas, van a existir siempre, la duda está en la continuidad de las institucionales, por lo tanto esperemos que hagan la mejor oferta posible.