Juanjo BASTERRA

CCOO denuncia la ocultación de hipoacusias profesionales

El área de Salud Laboral de CCOO denunció hace unos días a una médica de Asepeyo que ocultó a un trabajador el origen profesional de su sordera. Es una situación que es bastante habitual. Esta central afloró 19 casos que ocurrieron con servicios de prevención ajenos y otros 13 con las mutuas. «Ocultan y después es la Seguridad Social la que confirma», dice.

Hace unos días CCOO de Euskadi denunció ante al Colegio de Médicos de Bizkaia «la mala praxis médica de una de las facultativas» de la mutua Asepeyo «por intentar ocultar dolencias de origen profesional». Como explicó la central sindical, hay diversos artículos del Código Médico Deontológico que la facultativa podría haber vulnerado, Son los «referidos a la información veraz que los pacientes tienen derecho a recibir en lo relativo al origen de sus dolencias y a los perjuicios que esta falta de información pueden ocasionarle, entre otros».

El caso denunciado afectó a un trabajador de la empresa Mendiguren y Zarrazua SA, al cual la Mutua Asepeyo. En un informe médico firmado por la facultativa en cuestión, «le explicó que la sordera que padecía no estaba relacionada con la exposición al ruido y que no tenía un origen profesional».

Tres meses después, la dirección de la Seguridad Social de Gipuzkoa le reconoció que «las secuelas fueron derivadas de enfermedad profesional debido a la exposición al ruido en el trabajo».

«Punta del iceberg»

El responsable de Salud Laboral de CCOO, Alfonso Ríos, explicó a GARA que los servicios de prevención ajenos (SPA) tienen también la obligación de informar de las sospechas de enfermedad laboral. Pero insiste en que «sabemos que es un incumplimiento directo que se produce. Osalan, como autoridad sanitaria que es, debería de proponer más sanciones a estos servicios de prevención ajenos que no cumplen. En alguna ocasión, sin embargo, sí ocurre. Son casos de silicosis, pero hemos localizado 19 casos de hipoacusias que no. Es la punta del iceberg». El sindicalista explica que «la Seguridad Social o los juzgados han reconocido que eran casos de hipoacusias, sorderas profesionales. No cobraron los baremos de indemnización, ni hubo comunicación de sospecha ante estos problemas de salud». Ríos explica que «esto es un problema importante que contribuye, sin duda, al subregistro de las enfermedades profesionales. Estos casos también son importantes, porque no son graves y son enfermedades profesionales que deben estar registradas».

El responsable sindical de este área de CCOO considera que esta ocultación se debe a «un intento consciente para ocultar las enfermedades profesionales para aparentar eficacia, que no es tal, sin duda».

En este ámbito de denuncia, CCOO de Euskadi advierte de que también está ocurriendo con las mutuas casos similares. «Ha habido trece trabajadores que se han acercado al sindicato para cerciorarse de sus derechos y hemos localizado 13 casos. En las mutuas les han dicho que no era ni enfermedad profesional. Los tramitamos por la Seguridad Social y nos dan la razón. Son lesiones permanentes no invalidantes. En el caso de las mutuas la interpretación es más clara y directa porque se benefician de que las enfermedades profesionales no salgan a la luz». Explica, en este caso, que para las mutuas es «un ahorro económico, en vez de trabajar la prevención y de reparar el daño por el que tendría que indemnizar al trabajador».

Pesimismo mayor

Con el cambio de la legislación de mutuas, estos hechos que Alfonso Ríos constató se verán agravados, a su juicio. «En este momento hay que ser pesimista. Con la nueva ley, una parte del bonus que ya estaba regulado y que permitía a las empresas con menos siniestralidad y enfermedades profesionales, reducir el pago de cotizaciones sociales, ahora las mutuas y las empresas van a poder pactar que una parte de esas bonificaciones reviertan en la mutua. Para darle ese bonus a una empresa es la mutua la que tiene que hacer el informe previo. La lógica es perversa. La nueva legislación te permite prejuzgar una decisión de la que luego, pactando con un segundo te puedes lucrar. Tenemos que ser pesimistas ante esa situación, porque vamos para atrás».

De 1.200 a 3.580 euros de indemnización por este daño

Según el baremo de las indemnizaciones por daño, contempla cuatro indemnizaciones por hipoacusia. El más simple supone una indemnización de 1.210 euros y el más grave es de 3.50 euros, que afecta a la zona conversacional en ambos oídos.

«No son cantidades importantes -explica Alfonso Ríos- a pesar de que el daño te afecta para el resto de tus días». Al final, explica que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995 es ««buena», pero «los sucesivos gobiernos por una liberalización de la prevención de riesgos laborales. Porque en el inicio de la ley, el empresario no tendría que recurrir a un servicio de prevención ajeno en empresas de menos de seis trabajadores, luego de diez y en la actual de menos de 25 trabajadores. Se abre la puerta»

Por eso explica que son decisiones que se beneficiarán las empresas para que «aumente el subregistro de enfermedades y nos pongan buena cara en Europa, pero a costa de la salud de los trabajadores, sin duda», dijo Alfonso Ríos. J. B.