Agustín GOIKOETXEA

El Consistorio bilbaino revoca todos los honores otorgados en el franquismo

Han tenido que transcurrir cuarenta años de la muerte de Franco para que el Consistorio bilbaino revocase ayer -por iniciativa de EH Bildu, con la oposición del PP- todos los títulos, premios o medallas otorgadas por esa institución desde junio de 1937 hasta abril de 1979.

Cuatro décadas de la muerte de Franco y 36 años después de las primeras elecciones democráticas, el Pleno del Ayuntamiento de Bilbo acordó ayer revocar todas las distinciones y los honores que concedieron las corporaciones franquistas; entre las que se encuentran 3.072 medallas. El PNV que, en primera instancia, abogaba por esperar a un informe de la UPV-EHU para decidir sobre cuáles eran las que se quitaban, se sumó a la postura de EH Bildu y PSE, que apostaban por la revocación de todas y, posteriormente, aprobar a quienes se repone la distinción. El PP se quedó solo con el argumento de que la iniciativa partía de la coalición soberanista y buscaba «justificar sus miserias políticas e ideológicas».

EH Bildu volvió un año después de que se aprobase en sesión plenaria, con los votos de PNV y PSE, una iniciativa para avanzar en el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica de 2007 a pedir que se materializase. El Gobierno municipal se comprometió entonces a la retirada de los retratos de los regidores franquistas y a la revocación de honores a 502 personas -muchas de ellas jerarcas y altos mandos militares fascistas-; luego se ha conocido que había otras 2.570 medallas de hierro entregadas a combatientes franquistas o a sus allegados.

La portavoz soberanista, Aitziber Ibaibarriaga, puso el dedo en la llaga al recordar a los jeltzales que «hasta UPN, partido de extrema derecha, ha retirado los honores a distintas figuras del franquismo». Su iniciativa fue más allá, al exigir que, en virtud del dictamen recomendatorio redactado por una comisión técnica de Lakua y Eudel, se acometa una revisión profunda del callejero de la villa para desterrar nombres ligados al régimen fascista o a su ideología totalitaria.

Ibaibarriaga citó, entre otros, a Plácido Careaga con una plaza en Deustua, miembro de la oligarquía de Neguri y presidente de la Diputación en los años 40; Gregorio Balparda, Marcelino Oreja, Pedro Eguillor, Pedro Astigarraga, Alfonso Churruca, Eliseo Migoya, Hermógenes Rojos o el guardia Bernardino Alonso.

La portavoz del PNV, Ibone Bengoetxea, respondió que el Gobierno municipal no iba a eludir su responsabilidad con la ley, aunque trató de aplazar la decisión a través de una enmienda de modificación, que no fijaba ningún compromiso y plazo. Avanzó que pensaban reunirse con los grupos y plantearles cómo hacerlo «con los mayores consensos posibles» y evitando «encender fuegos».

Desde la bancada del PSE, Alfonso Gil abogó por la retirada de todas las distinciones y aprovechó para «tirar de las orejas» al PNV por no haber hecho nada en un año, desvelando que desde mayo el Gobierno tenía ya un informe técnico.

Ante ese planteamiento, tomó la palabra el alcalde, quien se mostró dispuesto a cumplir de inmediato con la propuesta de EH Bildu, a la que se sumó el PSE, de revocar todas las distinciones. Posteriormente, con el estudio de la UPV-EHU, se buscará «con consenso» a quienes se les repone la condecoración.

Ibon Areso confesó que no sabía que había más calles con nombres vinculados al franquismo y señaladas en el dictamen de Lakua y Eudel. «He estado desinformado. Si las hay, vamos a actuar de forma inmediata», anunció el primer edil. A su vez, Bengoetxea advirtió de que a cada nombre que se quite habrá que tener otro, ya que las calles no pueden quedarse sin nombre por los graves problemas que genera a los vecinos.

Hoy se abre en el vestíbulo la polémica «Sala de Alcaldes»

Hoy, en un acto en el que estará presente Ibon Areso, se procederá a la apertura en el vestíbulo de la casa consistorial de la ``Sala de Alcaldes'', un espacio en el que, además de objetos históricos del Ayuntamiento, se expondrán retratos de primeros ediles que ha habido a lo largo de la historia. En esa muestra también estará el cuadro del fallecido Iñaki Azkuna.

Esta sala se abre rodeada de polémica pues, aunque el Gobierno municipal asegura que está debidamente contextualizado, en sus paredes cuelgan retratos de regidores franquistas, algo que es rechazado por EH Bildu y organizaciones memorialistas, que ya hace un año al conocer el proyecto se opusieron. A.G.