Raimundo Fitero
DE REOJO

Paradoja

Llevo meses, quizás años, puede ser que quinquenios, décadas, épocas o eras de la comunicación debatiéndome en un vaivén imparable sobre la influencia de la televisión en los procesos electorales y los resultados finales. Y voy de un lugar a otro en un tren de alta velocidad llamado contradicción. En los miles de artículos publicados en este txoko, he insistido hasta la saciedad sobre la manipulación informativa, de cómo se ponen todos los resortes de las televisiones institucionales más las llamadas privadas siempre al servicio de sus clientes prioritarios, es decir, los gobiernos de turno, para ganar elecciones. Y, sin embargo, he visto perder elecciones a los partidos que tenían la televisiones para su uso propagandístico y anulación de los contrarios.

Estamos en esos momentos cruciales con problemas estructurales y de dirección en los entes públicos y con circunstancias aparentemente novedosas como son que dos partidos estén subiendo en las expectativas de voto, Podemos y Ciudadanos. Cada vez que me reúno con los amigos sale el tema de la creación de un personaje, de un líder, a partir de la televisión. Se refieren a Pablo Iglesias, y es verdad que ha sido su presencia televisiva la que le ha dado un conocimiento popular. Sería bueno analizar un poco más.

Pablo Iglesias tenía un programa televisivo por la red. Empezó a aparecer como tertuliano. Todos pensaron que era bueno darle cancha porque debilitaba a su contrario. Y de repente resultó ser una alternativa. ¿Solo por salir mucho en la tele? Hay mucho más. Desde lo que dice, a cómo lo dice, que engarza con el pensamiento de ciudadanos de su generación.

Pero sale como un millón de veces más cualquier portavoz del PP o del PSOE en todos los canales, públicos, privados y mixtos que Pablo Iglesias. Si suman minutos no se lo podrían creer. TVE está al servicio del PP, y parece que baja sus expectativas de voto en paralelo a la audiencia de la cadena. Las del duopolio, bajo amenaza, con más sutileza, lo mismo, o al menos defienden el sistema o el bipartidismo caduco. Y sin embargo los que tiene teles bajan y los otros sin ellas, suben. Una paradoja. Continuará.