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Marcha multitudinaria en Moscú para denunciar la muerte de Nemtsov

Decenas de miles de personas se manifestaron ayer en Moscú para homenajear al líder opositor Boris Nemtsov y denunciar su muerte, tiroteado el viernes cerca del Kremlin. Los participantes achacaron a las autoridades rusas haber creado el clima de intolerancia y criminalización de los opositores que empuja a cometer estos atentados, y algunos hablaban abiertamente de «asesinato político».

Decenas de miles de personas participaron ayer en el centro de Moscú en una manifestación en homenaje al líder opositor ruso Boris Nemtsov, que murió tiroteado el viernes en la capital rusa. «Estimamos que han venido más de 70.000 personas», declaró a la agencia AFP Alezander Riklin, uno de los organizadores. Por su parte, la policía calculaba unos 21.000 asistentes. En cualquier caso, la participación sobrepasó con creces las convocatorias de la oposición en los últimos tiempos.

Aunque no se registraron incidentes, un diputado ucraniano que se había desplazado a Moscú para asistir al acto, Alexei Goncharenko, fue detenido antes del inicio de la manifestación. La Policía le relaciona con el incendio de un edificio sindical en Odessa, en el que murieron calcinados decenas de manifestantes prorrusos en mayo. Goncharenko, que goza de inmunidad diplomática como miembro de la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, fue puesto en libertad poco después.

Clima de intolerancia

«Murió por el futuro de Rusia» o «Luchó por una Rusia libre» eran algunos de los lemas que podían leerse en las pancartas de la manifestación

«Que unos canallas hayan llegado a esto es culpa de las autoridades. En los últimos años, han favorecido la intolerancia y la maldad en la sociedad rusa (...) porque se creían que era todo un juego», dijo a Efe Mijail Kasianov, uno de los líderes de la oposición liberal más cercanos a Nemtsov. «Que a los defensores de un futuro democrático para este país nos llamen `quinta columna' o `traidores a la nación', incluso en lo más alto, incluso por boca de Putin, es lo que empuja a los locos a cometer estas acciones», denunció Kasianov.

«Es un asesinato político para dar ejemplo, para aterrorizar a la gente. Ahora el terror político se va a intensificar», declaró un manifestante, Alexander Akulin. Nemtsov, tiroteado el viernes por la noche en un puente muy cerca del Kremlin, debía encabezar ayer mismo una manifestación contra la «agresión de Vladimir Putin» a Ucrania y en favor del cese del conflicto en este país.

Miles de personas, algunas envueltas en banderas ucranianas, se congregaron en San Petersburgo para protestar contra el atentado, al igual que en Ekaterinburgo, en los Urales, y en Tomsk, en Siberia.

El sábado, la oposición rusa denunció un crimen político, mientras las potencias occidentales exigieron una investigación a fondo y el presidente Putin prometió que «se hará cuanto se pueda para que los organizadores y ejecutores de este crimen atroz y cínico reciban el castigo que merecen».

El Comité de Investigación, que lleva adelante las pesquisas, apuntó a que la muerte de Nemtsov podría estar ligada «a la situación dentro de Ucrania», o también a la matanza en el semanario satírico francés «Charlie Hebdo», ya que según dijo el político, recibió amenazas tras condenar lo ocurrido.

Para Putin, el objetivo del crimen es desestabilizar el país y desacreditar a las autoridades rusas. Según el presidente, «lleva las marcas de un asesinato por encargo, y tiene todos los rasgos de una provocación». Según los investigadores, el atentado fue «meticulosamente planificado». En el momento del crimen, Nemtsov cruzaba el Gran Puente de Piedra con una joven identificada por la prensa rusa como la modelo ucraniana Anna Duritskaya, de 23 años y que salió ilesa del ataque. Los investigadores volvieron a interrogarla ayer, mientras el Ministerio ucraniano de Exteriores pidió que fuera atutorizada a salir del país.

La coalición gobernante gana en Estonia pero tendrá que pactar

La coalición en el poder en Estonia encabezaba anoche el recuento de los votos de las elecciones legislativas, con la mitad del escrutinio completado, a expensas del prorruso Partido de Centro. Según esos datos, los actuales miembros del Ejecutivo, el Partido de la Reforma y socialdemócratas, sin embargo, no contarán con la mayoría absoluta y deberán buscar un nuevo aliado. «Podemos admitir que el Partido de la Reforma estará en situacion de formar gobierno» declaró el editorialista del diario «Postimees» Ahto Lobjakas. «Sin embargo, las negociaciones serán complicadas », añadió. Con la mitad de los votos escrutados, el Partido de la Reforma del primer ministro Taavi Roivas obtenía el 29,2% de los votos, por delante del Partido de Centro, que contaba con el 21%. Les seguían socialdemócratas (16%), el conservador IRL (14,5%), los liberales (9,1%) y el Partido Popular (8,4%). El Partido de Centro lideraba las encuestas antes de la votación, apoyado sobre todo por la minoría rusófona, aunque sin posibilidades de encontrar aliados. La elección tuvo lugar en un contexto de preocupación por la seguridad del país frente a Rusia, tras la anexión de Crimea, la guerra de Ucrania y maniobras militares rusas en su frontera. GARA