Mikel INSAUSTI
CRíTICA: «Ex Machina»

La Inteligencia Artificial no es un regalo de los dioses

El guionista inglés Alex Garland ya era cotizado por sus originales guiones de ciencia ficción, pero al pasarse a la dirección exhibe todavía un potencial mayor si cabe dentro del género futurista. Su ópera prima «Ex Machina» es una demostración de inteligencia narrativa y economía escénica, ya que solo ha necesitado unos decorados en los estudios Pinewood y a tres únicos personajes para hacer una compleja creación, cuyo coste final no ha pasado de los once millones de dólares. Y viendo el resultado da la impresión de un presupuesto mucho mayor, debido a los laboriosos efectos de maquillaje y al sofisticado diseño de los androides femeninos.

«Ex Machina» propone una atractiva reformulación de temas ya conocidos como el de la rebelión de las máquinas, los mitos de Frankenstein y de Pigmalión, las leyes de la robótica de Asimov y otras tantas cuestiones relacionadas con el destino de la humanidad en clave tecnológica.

Para ello establece una apasionante relación entre el elemento humano (un joven programador) y el maquinal (una bella robot), con sus diferencias insalvables y sus necesarios u obligados acuerdos. El irlandés Domhnall Gleeson se ofrece a realizar el test de Turing con el prototipo de androide femenino al que presta su rostro la actriz sueca Alicia Vikander. El tercero en discordia es un inconmensurable Oscar Isaac, que se encuentra en estado de gracia actoral. Dentro del prometéico experimento es quien juega a ser el creador máximo, una especie de dios de la era digital que gobierna en su centro de investigación privado como si fuera el gran laboratorio del mundo.

Las distintas sesiones del test van siendo ennumeradas y están encaminadas a determinar el factor emocional dentro de la Inteligencia Artificial, comprobándose una vez más que, hoy por hoy, son cuestiones teóricas que en la práctica escapan a nuestro control. Si no entendemos la guerra de sexos entre iguales, menos aún vamos a trasladarla a seres de otra naturaleza.