Partiendo de una preocupación desde el punto de vista de la convivencia, y siguiendo el hilo de un estudio similar que fue publicado el pasado junio en relación con el alarde de Hondarribia, la Presidencia del Gobierno de Lakua ha analizado las actitudes de la población de Irun. Entre los resultados que dio a conocer ayer destaca, al igual que en Hondarribia, que la gran mayoría (72%) apuesta por buscar nuevas soluciones que superen la división.

Según esta encuesta, que busca arrojar luz sobre las posibilidades de mejorar la situación, los colectivos más favorables a nuevas soluciones son la juventud, las familias con menores y los que defienden el alarde igualitario. De las medidas propuestas, los irundarras consideran que ayudaría mucho o bastante «que las partes implicadas busquen vías de diálogo para alcanzar un acuerdo» (63%) y «que se impulsen procesos de participación ciudadana» (57%).

Un 48% es favorable a «un único alarde tradicional», un 22% defiende un alarde mixto y apenas un 15% se considera conforme con la situación actual con dos alardes. Los sentimientos más extendidos ante la situación actual son la tristeza (28%), seguida de la vergüenza (23%) y la indiferencia (20%). Entre las personas que prefieren el alarde «tradicional» el sentimiento que destaca es la tristeza, mientras que para los del alarde mixto es la vergüenza. En relación con las elecciones, la mayoría de los encuestados (66%) cree que la posición de cada partido en el alarde influiría poco o nada en su voto.

El alcalde se felicita

Pese al evidente desencanto, el alcalde, José Antonio Santano, mostró su satisfacción porque la única institución que aprueba en su gestión sobre el alarde es el Ayuntamiento (un 48% opina que ha actuado bien o muy bien y un 33% mal o muy mal; el balance entre buena y mala en la actuación del resto de instituciones es negativa: -6 el Ararteko, -14 Emakunde, -17 la Diputación y -20 el Gobierno de Lakua). Santano quiso destacar que se camina «hacia una solución en forma de dos alardes en los que cada uno elige participar libremente». En esta línea argumentó que la mayoría (58%) piensa que en los últimos años la tensión ha disminuido. Añadió que es hora de escuchar y respetar a los irundarras «que así lo piden también en esta encuesta donde una mayoría cree que son las partes implicadas las que tienen que buscar las vías de diálogo y se valora de manera negativa solicitar ayudas de mediaciones externas».

Alarde igualitario

La representante de la Junta del Alarde igualitario Rosario Arribas tildó de «inaceptable» y «despreciativa» la valoración del alcalde. Dijo que está de acuerdo en que la tensión se ha rebajado, pero afirmó que la convivencia no es la deseable. El ejemplo más claro de ello es la tarde del 30 de junio, cuando deben desfilar rodeados de ertzainas. Respecto a la buena nota del Ayuntamiento, aclaró que lo que demuestra es «la connivencia con el alarde privado».

En relación a la denominación de los alardes, hizo una matización, o «más que una matización»: «Tradicionales son los dos. Incluso el nuestro más, ya que es público. La diferencia es que el nuestro se hace con mujeres y el otro, privatizado, no».

De todas maneras, Arribas incidió en que la gran mayoría quiere una solución. «Tiene que llevar a las instituciones a preguntarse qué pasos deben dar», indicó, y recordó que ellos están dispuestos, como siempre, a hablar y a llegar a acuerdos.