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Santos suspende por un mes los ataques a las FARC y los intensifica contra el ELN

Juan Manuel Santos ha ordenado suspender durante un mes los bombardeos contra las FARC y al mismo tiempo intensificar sus operaciones militares contra el ELN, la segunda guerrilla del país. Por si había alguna duda, el jefe de la delegación gubernamental en los diálogos de La Habana, Humberto de la Calle, se apresuró a negar que se tratara de una tregua. «No es un cese bilateral disfrazado», afirmó tras indicar que Colombia avanza hacia la terminación del conflicto.

En un nuevo gesto en el marco del proceso de diálogo que el Gobierno de Bogotá y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia vienen desarrollando en La Habana, el presidente Juan Manuel Santos ordenó a las Fuerzas Armadas la suspensión de los bombardeos contra los campamentos de la guerrilla durante un mes como respuesta al alto el fuego unilateral e indefinido que esta mantiene desde el 20 de diciembre.

Con su anuncio, Santos pretende «impulsar el desescalamiento del conflicto» tras admitir que las FARC «vienen cum- pliendo» el alto el fuego, según le confirmaron los responsables militares y policías y autoridades regionales.

Según el mandatario, al cabo de ese mes de suspensión se hará una nueva revisión del cumplimiento del cese unilateral de hostilidades por parte de la guerrilla y, «de acuerdo con sus resultados, decidiremos si continuamos con esa medida».

En cualquier caso, en su discurso por radio y televisión, advirtió de que el Gobierno no renunciará a los bombardeos si ve que hay una «amenaza inminente» sobre una población por parte de las FARC. «La fuerza pública seguirá cumpliendo con su obligación de proteger a los colombianos y no va a descuidar un solo centímetro de nuestro territorio», dijo Santos.

Además, aclaró que su decisión no significa que no puedan producirse enfrentamientos durante operaciones de patrullaje y de control militar porque «son la reglas de juego».

Santos recordó que cuando tomó la decisión de negociar con la principal guerrilla colombiana decidió hacerlo en medio del conflicto, lo que no impide, dijo, que se puedan tomar medidas para rebajar la intensidad del conflicto armado. En ese sentido, valoró el alto el fuego unilateral e indefinido decretado por las FARC, así como su reciente anuncio de no reclutar más a menores de 17 años y el acuerdo de hace cinco días para poner en marcha el desminado humanitario en el país.

El anuncio llevó al jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, a señalar que los diálogos de paz entre el Bogotá y las FARC avanzan hacia la terminación del conflicto y dijo ser más optimista respecto al resultado final del proceso. Aseguró que «estamos caminando de manera correcta», aunque reconoció que «sería una irresponsabilidad decir que hemos llegado a un punto de no retorno».

De la Calle se apresuró, además, a negar que la decisión de Santos de suspender temporalmente los bombardeos contra las FARC signifique una tregua. Precisó que se trata de «un periodo de prueba adecuado» y de «construcción de confianza» entre las partes.

«No es un cese bilateral disfrazado», sostuvo De la Calle, quien rechazó que el Gobierno haga «concesiones» a la guerrilla a cambio de poco o nada.

Agregó que «creemos que en el próximo ciclo (de diálogo que se lleva a cabo en Cuba) vamos a impulsar otros gestos de desescalamiento», que pueden llegar «por la vía del acuerdo» o por medio de «decisiones unilaterales».

Otra de arena

El negociador del Gobierno subrayó que la suspensión de bombardeos no afecta a la seguridad ni a las operaciones militares de control territorial o contra otras organizaciones, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

De hecho, Santos dio también otra de arena al anunciar una intensificación de las operaciones militares contra la segunda guerrilla del país en respuesta, dijo, al incremento de sus actividades armadas.

«Esta organización, en lugar de entrar en sintonía con el desescalamiento y la búsqueda de la paz, ha continuado, y hasta incrementado, sus actividades delictivas», manifestó el presidente, quien enfatizó que «quiero dejar claro que la suspensión de bombardeos a campamentos de las FARC en nada afecta a las operaciones en contra del ELN».

El Gobierno y el ELN iniciaron en enero de 2014 «diálogos exploratorios» para abrir un proceso similar al que se desarrolla en Cuba desde hace 27 meses, pero hasta ahora los acercamientos no se han concretado en la instalación de una mesa.

El mismo día en que Santos realizó su anuncio, el ELN entregó a una delegación encabezada por el Comité Internacional de la Cruz Roja a cuatro geólogos que había capturado el 19 de febrero en una zona rural de El Carmen (Norte de Santander).

«Yo espero, de verdad, que al ELN no lo deje el tren de la paz», afirmó el jefe del Estado.

La oposición al proceso de La Habana criticó duramente el cese de los bombardeos. El expresidente Álvaro Uribe acusó a su predecesor de fomentar la «parálisis de las Fuerzas Armadas».