J.S.
DONOSTIA

Escándalo al confesar Volkswagen que falseaba los datos de emisiones en EEUU

Volkswagen se enfrenta a un grave deterioro de su imagen tras admitir que manipuló el software de los coches diésel TDI con el fin de eludir las normas medioambientales de EEUU, un hecho por el que puede recibir una multa de 18.000 millones de dólares. El descalabro de sus acciones en Bolsa fue mayúsculo, y el Gobierno alemán anuncia medidas.

La Agencia de Protección Medioambiental de EEUU (EPA) ha revelado que el grupo alemán Volkswagen dotó a casi medio millón de automóviles de un sofisticado software capaz de detectar automáticamente el momento en que eran sometidos a un test medioambiental oficial. El programa espía activaba entonces un mecanismo interno que limitaba la emisión de gases contaminantes y permitía al vehículo pasar el control sin problemas y obtener un certificado de conducción ecológica.

Una vez finalizado el control, el mecanismo se desactivaba y el vehículo liberaba a la atmósfera gases contaminantes adicionales, sobre todo dióxido de nitrógeno o NOx.

Los modelos afectados son los equipados con motor diésel de cuatro cilindros TDI y pertenecen a los modelos Golf, Jetta, Passat y Beetle, así como al Audi A3, fabricados a partir de 2009, que dejarán de venderse en EEUU, tanto nuevos como usados.

La noticia no solo empaña la imagen del grupo alemán, sino que además podría traducirse en multas millonarias, que podrían alcanzar los 18.000 millones de dólares (37.500 dólares por coche fraudulento). El presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, admitió los hechos y pidió disculpas. «Personalmente, lamento mucho que hayamos roto la confianza de nuestros clientes y del público», declaró, prometiendo cooperar con las autoridades para aclarar los hechos. Ayer se conocía que el grupo alemán ha iniciado una investigación externa.

Asimismo, el Gobierno germano ha ordenado realizar nuevos exámenes de emisiones independientes a todos los vehículos diésel de Volkswagen comercializados en Alemania.

El escándalo llegó hasta la Casa Blanca, cuyo portavoz, Josh Earnest, dijo ayer que el Gobierno está «bastante preocupado» por estas informaciones.

Las acciones de Volkswagen cerraron la sesión bursátil de Frankfurt con una caída del 18,6%, hasta 132,2 euros por título, aunque llegaron a superar el 20%, con lo que su capitalización se ha reducido en 14.470 millones de euros.

La denuncia de EPA contra Volkswagen es el último ejemplo de las investigaciones que Washington realiza de las actividades de las compañías automovilísticas y que ha provocado llamadas a revisión récord en los últimos dos años.