Oihane LARRETXEA
DONOSTIA

Los viveros de Ulia encaran una semana clave para su futuro

Los antiguos viveros de Donostia, en Ulia, acogen en la actualidad un proyecto medioambiental e inclusivo que peligra por la construcción de casas. El Pleno abordará el tema la próxima semana.

Fue el pasado mes de enero cuando el Gobierno de Lakua reconocía con el premio Elkarlan el trabajo de Uliako Lore Baratzak, un proyecto donostiarra que a través de actividades fomenta el respeto por el medio ambiente y la cohesión social, entre otros aspectos. Se trata de una iniciativa ciudadana y altruista que, con la ayuda de la asociación de vecinos de Ulia, se puso en marcha hace algo más de un año, tras obtener por parte del Ayuntamiento una cesión en precario después de un concurso público. La lucha por conseguirlo, no obstante, se remonta a años atrás.

La iniciativa se desarrolla en los antiguos viveros municipales, en el monte Ulia, donde antes el propio consistorio cultivaba las flores con las que después decoraba los jardines urbanos. Pero esta tarea cesó y los viveros se cerraron en 2008.

El objetivo de los vecinos es convertirlo en un parque público, una reivindicación que se ha avivado en los últimos días, ya que el Gobierno local del PNV-PSE ha aprobado inicialmente la modificación del Plan General para poder construir 70 apartamentos públicos de alquiler para jóvenes en esos mismos terrenos.

A principios de semana, el anterior concejal de Urbanismo, Ricardo Burutaran (EH Bildu), proponía de forma pública una alternativa para preservar los viveros y también los apartamentos: construirlos en Morlans. No supondría demoras y además la zona dispone de los servicios necesarios (luz, agua, aceras, bidegorris…), ya que el barrio fue ampliado hace cinco años con un parque de vivienda pública. Por lo tanto, se trata de un proyecto más económico, según la coalición.

GARA se puso en contacto ayer con el Consistorio para recabar su opinión sobre la propuesta, y fuentes municipales afirmaron que aún tenían que analizarla, si bien admitieron su «sorpresa» «porque fue Burutaran, en la anterior legislatura, quien aprobó hacer los 70 apartamentos».

En declaraciones a este diario, él mismo explicó que, efectivamente, en el anterior mandato EH Bildu y PSE llevaron la propuesta de hacer viviendas para jóvenes, atendiendo a una demanda que existía y existe en la ciudad. No obstante, aclaró que aquello surgió después de que el Gobierno de Izagirre cambiara la calificación de estos terrenos para evitar la construcción de 30 villas de lujo previstas en el Plan General del último mandato de Odón Elorza.

De este modo, el cambio de calificación de «residencial lucrativo» a «equipamientos» evitaba que en suelo público se llevaran a cabo explotaciones privadas. Según recordó Burutaran, la coalición también eliminó entonces la previsión de venta de la parcela de los viveros.

El cambio de postura de EH Bildu se sustenta, en palabras del edil, en un nuevo informe encargado por la actual Concejalía de Urbanismo, elaborado por técnicos de Etxegintza. Estos habrían identificado en la ciudad ocho terrenos de «equipamientos» aptos para construir. La coalición aclara que no están en contra del proyecto, sino de cambiar su emplazamiento adecuándose al nuevo escenario.

Además, ayer registraron una enmienda para volver a cambiar la calificación de los terrenos de Ulia para que pasen a ser F-20, es decir, zona verde. En caso de aprobarse, no existiría posibilidad de edificar.

Actividades programadas y recogida de firmas

Uliako Lore Baratzak y la asociación de vecinos viven estos días con preocupación, pero el proyecto sigue en marcha y las actividades programadas este fin de semana se mantienen. Es más, indican a GARA que es la mejor forma de justificar su pervivencia. De forma paralela, sigue la recogida de firmas, ya han recabado más de 1.800 adhesiones, y anuncian que no se quedarán de brazos cruzados.

Así, con el tema candente en la agenda local, tanto ayer como el miércoles han tenido la visita de Miren Azkarate y Martin Ibabe, ambos ediles del PNV. El objetivo habría sido hacer un primer contacto y conocer in situ el proyecto.

Desde los viveros, una vecina y participante activa lamentó que los políticos consideraran interesante lo que allí hacen «pero no lo suficiente» como para dejar de lado los proyectos de construcción, por lo que lamentó «la falta de responsabilidad hacia el patrimonio natural y arquitectónico». Además, lo consideran una incoherencia tras ser reconocidos con el premio Elkarlan. O.L.