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damasco

El Ejército sirio recupera Palmira tras diez meses bajo control del ISIS

El Ejército de Siria, respaldado por Rusia, asestó ayer una nueva derrota al Estado Islámico (ISIS) con la reconquista total de Palmira después de diez meses bajo el yugo yihadista y prometió expulsarle de sus principales bastiones en Siria. Es la victoria más importante del régimen sirio frente al ISIS desde la intervención de Rusia en setiembre

A las fuerzas leales a Damasco solo les queda expulsar al ISIS de Al-Alianiyeh, 60 kilómetros al sur, para recuperar el control del desierto y avanzar hacia la frontera con Irak, controlada en parte por los yihadistas.

Para Al-Assad, la liberación de Palmira es «una nueva prueba de la eficacia de la estrategia del Ejército y sus aliados en la guerra contra el terrorismo, en comparación con la falta de seriedad de la coalición liderada por EEUU» contra el ISIS.

Los 20 días de combates se han cobrado la vida de 400 yihadistas, el peor balance en una sola batalla desde la aparición del ISIS en 2013, según el opositor OSDH. También han muerto 188 miembros de las fuerzas prorrégimen y al menos un oficial ruso.

El Ejército, con la ayuda del movimiento chií libanés Hizbulah y de la aviación y fuerzas especiales rusas, lanzó el 7 de marzo una ofensiva para recuperar Palmira. Ahora, reforzado por este triunfo, el mando militar sirio afirmó que la ciudad «será la base a partir de la cual las operaciones contra el grupo terrorista se extenderán en varios frentes, sobre todo Deir Ezor y Raqa», sus principales bastiones y hacia donde se ha replegado. El objetivo, «estrechar el cerco en torno a los terroristas, cortarles las vías de abastecimiento y recuperar los territorios bajo su control para poner fin a su existencia» en Siria.