Rusia reconoció ayer con 48 horas de retraso que el Estado Islámico (ISIS) ha vuelto a conquistar la ciudad oasis de Palmira, tan solo ocho meses después de que el Ejército sirio, con la ayuda de los bombardeos de la aviación rusa, expulsara a los yihadistas de esa joya arqueológica y arquitectónica que ha devenido símbolo de la lucha contra su barbarie culturizida.

Con las fuerzas leales al presidente Bashar al-Assad y sus aliados rusos centrados en su ofensiva total contra los rebeldes de Alepo, el ISIS lanzó el jueves pasado una ofensiva a través del desierto que provocó la estampida del Ejército sirio y le llevó a retomar el control de pozos petroleros y gaseros aledaños.

Los yihadistas accedieron el sábado por la mañana en la ciudad y, tras ser brevemente expulsados por incesantes bombardeos rusos, retomaron el control de la ciudad. Los rusos, resignados, tuvieron que dinamitar la base aérea que utilizaban en el exterior de la ciudad y las milicias iraníes e iraquíes comandadas por la Guardia Republicana se retiraron asimismo de Tadmur, la ciudad nueva levantada junto a las ruinas del conjunto arqueológico de la conocida como perla del desierto.

Críticas a EEUU

El general Igor Konashenkov trató de justificar el primer gran revés ruso en Siria asegurando que los yihadistas, que cifró en unos 5.000, utilizaron coches bomba y suicidas.

Añadió que el ISIS aprovechó para concentrar sus tropas en esta ofensiva el hecho de que EEUU habría suspendido las operaciones bélicas en su feudo de Raqqa hasta primavera. En paralelo, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, deploró la «falta de cooperación de EEUU» y le acusó igualmente de provocar «la huida de Irak de grupos importantes de terroristas, lo que les ha permitido pasar a la ofensiva en Siria».

El ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, aprovechó para acusar a Rusia de «pretender combatir al terrorismo dejando al ISIS retomar Palmira». El representante negociador de la oposición siria en el exilio, Riad Hijab, arremetió contra Damasco y acusó a sus tropas de «machacar a civiles desarmados en Alepo mientras que huyen como ratas ante los yihadistas del ISIS en Palmira». Las tropas y aliados de Al Assad huyeron en desbandada y casi sin plantar combate a finales de mayo de 2015 ante la anterior ofensiva del ISIS en Homs.

Esta vez los yihadistas no parecen conformarse con Palmira y prosiguen su ofensiva hacia el oeste. Solo los bombardeos rusos parecen frenar su avance pero el ISIS está dispuesto a provechar al máximo que Damasco se centra en otros frentes, y no precisamente contra ellos sino contra los rebeldes.

La ofensiva sobre Alepo entra en su fase victoriosa final

El Ejército sirio anunció que la batalla de Alepo entró en su «fase final» y cifró en un 98% las áreas del este de la ciudad ya bajo su control. El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) matizó que los rebeldes conservarían un escaso 10%, sobre todo los barrios de Sujari y Al-Machad, pero reconoció que «hay un hundimiento total de los rebeldes (...) La batalla de Alepo toca a su fin. Es solo cuestión de tiempo».

Las tropas sirias y sus aliados se hicieron por la mañana con el control del gran barrio del Sheij Said, en el sureste. Y castigaban con fuego aéreo y artillero ininterrumpido las últimas posicioness rebeldes.

Más de 10.000 civiles huyeron en las últimas 24 horas. Grupos rebeldes acusaron a Rusia de dar marcha atrás sobre un acuerdo para una salida de sus combatientes y aseguraron que resistirán «hasta el último hombre», mientras Damasco hablaba de deserciones. GARA