Un total de 520 vecinos de Barañain han hecho un llamamiento a acudir al acto de inauguración del monolito en recuerdo y homenaje a Karmele Solaguren, víctima de la política de alejamiento de los presos vascos.

Entre ellos se encuentran excargos institucionales de un amplio espectro político, sindicalistas, desempleados, jubilados, trabajadores municipales, deportistas, actores, músicos, miembros del tejido asociativo del pueblo, médicos, abogados, profesores, directores de centros educativos y un largo etcétera.

El monolito, que será inaugurado el día 24 de este mes, ha sido diseñado por la plataforma Karmele Gogoan. Se trata de una pieza de hierro macizo que dibuja en forma de silueta recortada la imagen de Solaguren, representando así «el vacío» que quedó en Barañain tras su muerte.

El resto de la pieza simboliza el pueblo, y en esta parte aparecen doce agujeros que representan los años que han pasado desde la muerte de Karmele Solaguren.

Estos datos fueron dados a conocer ayer por decenas de miembros de Karmele Gogoan, quienes han elaborado un cartel con la imagen del monolito y las fotografías de las 520 personas que han dado su apoyo. «Llevamos doce años de retraso para reconocer lo que sucedió con nuestra vecina. Creemos –añadieron– que es momento de dejar testimonio visible, permanente, concreto, objetivo, tangible y sin ambigüedades de lo que sucedió». También repartirán por las viviendas de Barañain 9.000 desplegables con la imagen del monolito, junto al que se colocará una placa con el siguiente texto en euskara y castellano: «A Karmele Solaguren Goikoetxea, que murió el 6 de diciembre de 2004 a consecuencia de la política de dispersión. Que el vacío infinito llene el recuerdo».