Ciudadanos de diferentes sectores de la sociedad han mostrado en rueda de prensa su preocupación por los presos aquejados de graves enfermedades. En nombre de ellos han tomado la palabra Iera Arantzamendi, de la plataforma ‘Iparra galdu baik’ de Ondarroa y Kepa Martínez de Lagos, vecino de Santutxu y perteneciente a Herria 2000 Eliza.

Han destacado que son once los presos vascos que están gravemente enfermos. «Once diagnósticos, once enfermedades, once situaciones críticas que están soportando. Y detrás de estos informes médicos –han denunciado–, una total conculcación de los derechos humanos». Entre otros, han citado los casos de Ventura Tomé y Iosu Uribetxebarria, ambos enfermos de cáncer.

Con especial mención se han pronunciado sobre la situación de Ibon Iparragirre. El ondarrutarra permanecía en prisión atenuada por la grave enfermedad que padece, aunque tras su detención y reingreso en prisión «su siuación no ha hecho sino empeorar». «Y mucho más cuando mediante la aplicación de la política de dispersión se le aleja del hospital de Basurto, donde se le estaba tratando, hasta la cárcel de Navalcarnero», han incidido.

Han alertado de que «se han encendido todas las alarmas por la situación de Ibon, un ejemplo más de la cara más cruel de la política penitenciaria que busca el sufrimiento gratuito».

Sin embargo, han subrayado que la sociedad vasca quiere poner fin a este sufrimiento y «abrir la ventana de la solución». «Desgraciadamente –han continuado–, los gobiernos español y francés no dan sino pasos en sentido contrario».

Han solicitado la libertad inmediata de los presos que pacdecen enfermedades graves y, mientras se aplique esa exigencia, han pedido que sean acercados a una prisión cercana a su lugar de origen. Es por ello que han convocado una manifestación nacional para el próximo 31 de mayo bajo el lema ‘Giza eskubideak. Konponbidea. Bakea. Gaixo dauden presoak etxera!» que partirá a las 12.30 del mediodía desde la Alameda de Ondarroa.