NAIZ

Por las crestas y los barrancos del Costalera

Hay quien considera el Costalera la montaña más estética de Araba.
Hay quien considera el Costalera la montaña más estética de Araba.

Este recorrido de montaña nos permitirá subir a una de las cumbres más estéticas de Araba, el Costalera. Dicha cumbre tiene algunos pequeños tramos de trepada, lo cual le da algo más de ambiente a este recorrido. Además, es un recorrido muy salvaje. Además, nos permitirá disfrutar del contraste climático existente entre la montaña alavesa y la ribera navarra. Aún más: caminaremos por el filo de la montaña, una gozada. Como colofón, visitaremos escondidos y angostos desfiladeros, contraste brutal de paisajes entre aristas y barrancos.

Avanzaremos por la pista que sale a la derecha, bordeando el cementerio, para llegar en breve a una cerrada curva a la izquierda. Justo en ese punto, sale una pista a la derecha, la Senda de la Dormida, marcada con señales blanco-roja-amarillas. Subiremos por dicha pista sin salirnos en ninguna de sus ramificaciones.

Cuando la pista por la que vamos hace una cerrada curva a la izquierda, deberemos salir de nuevo por otra pista a la derecha. Reconoceremos la intersección porque enfrente el camino forma un pequeño desfiladero. En dicho desfiladero, veremos la ladera izquierda cubierta de finas piedras; curioso ver aquí estas rampas de piedra fina, más típicas de montañas de mayor altitud.

Puerto de Nazar

Seguiremos por esta pista sin salirnos en ninguna de sus ramificaciones. En este tramo del recorrido salvaremos un desnivel considerable y, poco a poco, el paisaje cambiará de bosque secano a un clima más húmedo. El final de esta potente cuesta es, ni más ni menos, el Puerto de Nazar.

Aquí torceremos a la izquierda y subiremos por un estrecho sendero. Pronto este sendero se divide de nuevo en dos; tomaremos el desvío de la derecha. A partir de ahora, el paisaje gana bastante. Veremos vastas extensiones de tierras pertenecientes a Nafarroa y Araba. A ratos, el sendero casi desaparece por la acción de los matorrales que conforman el bajo bosque. Poco antes de llegar a la cima principal, deberemos resolver algún divertido destrepe de III que os gustará.

Finalmente, el sendero sube por la cara norte y se divide en dos, poco antes de realizar el último ataque a la cumbre. Aquí tendremos unos últimos 15 metros de fácil trepada que nos dejarán en la cumbre del Costalera (1.234 m).

Desde la cumbre bajaremos de nuevo a la bifurcación de senderos y tomaremos el de la derecha. Este sendero baja vertiginosamente hacia el marcado desfiladero que hay al noreste. Aquí la rampa es muy potente, pero podremos ayudarnos, durante la bajada, agarrándonos a las ramas de los árboles que tendremos a ambos lados.

Hacia las pozas de Fresnedo

Llegaremos a una fuente en la cual haremos una parada para coger agua y recobrar fuerzas. En este punto, un sendero cruza transversalmente el nuestro. Nosotros lo obviaremos para seguir cuesta abajo. De esta manera, llegaremos hasta el fondo del desfiladero. A partir de ahora, la cuesta se suaviza para continuar por el fondo del valle.

Cuando lleguemos a una gran piedra que tendremos a nuestra izquierda, “Harri haundia”, nos saldremos de la vaguada del valle hacia la izquierda por un sendero. Este sendero muere a las orillas del río Ega. Solo nos resta avanzar por la pista que bordea dicho río, que nos llevará directamente al pueblo de Kanpezo. Para terminar, y si el tiempo acompaña, un chapuzón en las pozas de Fresnedo podrían ser el mejor final de toda esta historia.