De nuevo empezamos el año con una medida económica anticrisis relacionada con los alimentos, y, de nuevo también, trae consigo no poca polémica: la reducción del IVA de los alimentos ‘básicos’. Y es que si entrecomillamos la palabra ‘básicos’, es porque los alimentos que así ha denominado el gobierno español para aplicar esta medida, no parecen ser del gusto de todos. Hagamos pues un repaso del contexto, la nueva norma y las posibles explicaciones de esta polémica.

No hace falta que repasemos en demasía el contexto de esta noticia, pues todos nos hemos visto afectados por el encarecimiento de nuestra cesta de la compra durante los últimos meses, sin embargo, no está de más recordar que muchos de los productos que ahora se benefician de este descuento, se encarecieron por encima del 15% de la subida media de los alimentos: así, el precio del aceite subió un 26% con respecto al mismo mes del año anterior; en el caso de las harinas y otros cereales, la subida ha sido de casi el 38%, salvo la pasta que se ha encareció un 21,5%; en la leche, el 31%, el 27% en los huevos; cerca de un 20% las patatas, el queso y los demás lácteos. Finalmente, con menor incremento aunque significativo, tenemos el pan con casi un 15% de incremento, las legumbres y hortalizas frescas el 14% y las frutas frescas un 9%.

Por ello, el Ejecutivo español ha aprobado una reducción al 0% del IVA en productos básicos a los que, hasta ahora, se le aplicaba un 4%, lo que incluye el pan común, las harinas, todo tipo de leche animal, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales que tengan la condición de productos naturales de acuerdo con el Código Alimentario. Asimismo, han acordado la disminución del IVA al 5% para aceite y pasta. Y ambas medidas, se prevé que estén en vigor durante seis meses.

Sin embargo, ¿se echa de menos algún alimento? Pues sí, y es que la polémica surge cuando carnes y pescados frescos se quedan fuera de esta medida, algo que no ha gustado a todo el mundo. La explicación que dan desde el Gobierno es que los encarecimientos de los alimentos anteriormente citados, superan a los de carnes y pescados frescos.

Sin embargo, si atendemos al concepto de alimento ‘básico’, encontramos que, por definición, los alimentos básicos o de primera necesidad son aquellos que forman la mayor parte de la dieta en una determinada sociedad y cultura, por haber formado tradicionalmente, bien sea en forma de plato o como ingrediente, de las necesidades nutricionales de las personas y familias. Así pues, ser parte principal de una dieta nutritiva, estar incluidos en la cultura propia y generalmente disponibles para el conjunto de la población son las condiciones esenciales En el Estado español, por ejemplo, pueden considerarse como alimentos básicos el pan, la leche, los huevos, las patatas, el arroz y las legumbres.

Y, por otro lado, este Gobierno, parece estar comprometido con el medio ambiente y no es novedad que desde el Ministerio de Consumo se abogue por navegar hacia un patrón alimentario más sostenible, algo que también suscita polémicas. Pero recordemos que:

1. El Estado español es el segundo de Europa con mayor consumo de carne y el cuarto productor porcino a nivel mundial.

2. La FAO estima que la ganadería produce, a escala mundial, más de un 18 % de los gases de efecto invernadero relacionados.

3. Según declara el informe Alimentos en el Antropoceno ‘Dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles’ de la Comisión EAT-Lancet: las actividades pecuarias impactan en todas las esferas del medio ambiente: cambio climático, aire, tierra, agua y biodiversidad.

Desde el punto de vista nutricional, recordemos que, a pesar de que carnes y pescados son alimentos nutritivos, no son insustituibles pues, esos mismos nutrientes, por suerte, están disponibles en otros muchos alimentos, que sí están dentro de esa cesta de alimentos básicos con IVA reducido, y que, además, su consumo continuado no está relacionado con la aparición de algunas enfermedades, como sí es el caso de la carne roja y carnes procesadas, si no todo lo contrario, pues un consumo adecuado de legumbres, frutas y verduras puede prevenir la aparición de muchas patologías.