Con el Vaticano
El PSOE acaba de registrar en el Congreso español una proposición no de ley para revisar los acuerdos de 1979 con el Vaticano y a la caverna no le ha gustado nada.
«Abc» advertía en su portada del «nuevo giro a la izquierda» del PSOE, que servidora no ve por ningún lado, y es que para que se empiece a notar ya tiene que girar. Titulaba «El PSOE quiere acabar con los acuerdos con la Santa Sede que mantuvo cuando gobernó», lo cual es cierto, pero no justifica el mantenimiento de esos acuerdos.
En uno de sus `puntazos', «La Razón» aseguraba que, a pesar de «la catástrofe electoral que le pronostican las encuestas debido, sobre todo, a su radicalización», esta sí que es buena, «el PSOE ha desempolvado una de sus obsesiones más rancias y demagógicas». Que al diario de Marhuenda emplee el adjetivo «rancio» como mínimo llama la atención. Lo denominaba también «anticlericalismo casposo de una izquierda intolerante que no acepta el sentir mayoritario de los españoles». Claro que sí, en tiempos de Franco esas cosas ni se planteaban, ¿eh?
Pero también a la prensa liberal más liberal le parecía mal la petición del PSOE. «Libertaddigital» editorializaba al respecto asegurando que «Sólo desde el sectarismo más exacerbado se puede plantear que la revisión del Concordato es una de las necesidades urgentes del país. Un país con seis millones de parados, un gravísimo problema de separatismo, la justicia en manos de los partidos y los asesinos saliendo en masa de las cárceles». Le va a dar algo. En fin, según como se mire, porque si los impuestos que perdonan a la Iglesia se empleasen en políticas de empleo... y no digamos si se emplease también lo que perdonan a quienes más tienen, y lo que va a parar a los bolsillos de algunos y algunas sin otra justificación que su cara dura. Después denunciaba la hipocresía del PSOE, porque «ha gobernado en 20 de los casi 35 años que el Concordato lleva vigente y nunca ha sentido la furibunda necesidad que parece tener ahora de echarlo abajo». Cierto, pero la hipocresía del PSOE no es óbice para terminar con algo que no debía haber existido en un estado aconfesional como se dice del español.
También al no menos liberal «El Mundo» la propuesta del PSOE le parecía crear «problemas donde no los hay o, dicho de otra manera, provocar enfrentamientos artificiales entre los ciudadanos». ¿No les suena el argumento? Todo lo que no les gusta crea problemas, divide a los ciudadanos... Qué pesadez.

GARA es segundo en Gipuzkoa y NAIZ sigue creciendo con fuerza

«Goonietarrak», 40 urte: bihotzeko ganbaran gordetako altxorra

«Elektronika zuzenean eskaintzeko aukera izango dugu orain»

«Gizarte aldaketa handi bat» eskatu du euskararen komunitateak
