Otra final para Laboral Kutxa Baskonia, en la que ni ganando asegura nada. Los gasteiztarras están obligados, o casi, a ganar al Fenerbahçe en el partido que los enfrenta a partir de las 21.00, correspondiente a la penúltima jornada del Top 16. Si los de Ibon Navarro pierden frente a la escuadra otomana y el Anadolu Efes se impone en Estambul al Armani Milano el viernes, se quedarán sin opciones de clasificarse al cruce de cuartos.

«Estar a estas alturas vivos era uno de los objetivos», explicaba el técnico gasteiztarra, que mostraba además el deseo de que «en el partido que nos falte también podamos seguir jugándonos la clasificación».

Naturalmente, la baja de Davis Bertans se añade a la propia dificultad de jugar contra un Fenerbahçe que lidera el grupo F del Top 16, empatado con el CSKA de Moscú con un balance de 10-2, y que en sus visitas se ha mostrado demoledor, ya que ha ganado en todos sus partidos disputados a domicilio. Ibon Navarro, consciente de que solo puede controlar la plantilla que él dirige, se limitaba a constatar que «ante los problemas que tenemos, que ya están asumidos, estamos intentando paliarlos de alguna forma».

Formas de ser verticales

La ausencia de Davis Bertans limita el juego exterior gasteiztarra, hasta el punto de convertirse en una formación «vertical». Pero el físico otomano impide entrar en la zona alegremente, y además ahí está la intimidación de sus jugadores grandes.

«Fenerbahçe es un equipo con mucho tamaño y no te concede en la zona. Va a ser muy complicado generar ventajas, pasar el balón fuera y jugar segundas penetraciones. Tener un buen día desde el tiro exterior van a pasar muchas de las opciones», explicaba Navarro, al tiempo que abogaba por «jugar a campo abierto, porque ahí es donde van a estar nuestras opciones». Cabe recordar que en la ida, el Baskonia cerca estuvo de ganar, pero cayó 91-90.

La línea entre éxito y fracaso

Con todo, el Fenerbahçe llega con la baja de Hickman, que se pierde lo que resta de temporada a causa de una rotura del tendón de Aquiles. Esa eventualidad, sumada a que ya está clasificado, podría relajar a los de Obradovic, aunque no es probable. La cuestión es que lo que se ha de imponer esta noche es la necesidad baskonista, amén de su fiabilidad como local.

«Llegados a este punto, todo el mundo tiene mucha ilusión y a todo el mundo le gustaría estar», reconocía Ibon Navarro, que a pesar de todo ya ofrecía un balance satisfactorio del comportamiento de su equipo en esta segunda fase europea.

«No nos íbamos a pasear por el Top 16 ni nos íbamos a dejar ir, y eso es lo que hemos hecho. Desde ese punto de vista estamos contentos», dijo. Pese a todo, el técnico baskonista reconocía la fina línea que separa el éxito del fracaso, y trataba de asumirlo con naturalidad. «Si lo conseguimos será un éxito y si no lo conseguimos, parecerá que es un fracaso. Pero nosotros dijimos el primer día que queríamos competir cada partido y eso es lo que hemos hecho hasta ahora», apuntaba.

El mercadeo con el sustituto de Davis Bertans no para de producir nombres y desmentidos

La necesidad de Laboral Kutxa Baskonia de buscar un sustituto para Davis Bertans no para de generar nombres y rumores que no acaban de cuajar.

Después de que el alero del VEF Riga Janis Tinma declinase la oferta gasteiztarra, nombres como Vladimir Micov –con pasado baskonista–, Marko Keselj o Viktor Gaddefors, del Pallacanestro Mantovana, se han ido desmintiendo, al igual que el regreso de Hanga de su cesión en el Avellino. Rudy Jomby, del Cholet francés, es el último nombre que suena. GARA