Por las gateras del callejón! Para esa gente que me considera el representante de la Coordinadora del No, que dirían los hasta hace poco siempre positivos de UPN, esta vez voy a romper una lanza a favor de nuestro protagonista. No es que sea muy taurino y para mí, lo mejor de los toros es la merienda. Pero cuando te encuentras con un diestro como el amigo Padilla, todo cambia radicalmente.

Pocos, por no decir ninguno, de esos estiradillos de traje de luces que vienen por estos lares ha conectado con la gente de Iruñea como el “Ciclón de Jerez”. Él ha sabido entender el carácter de esta plaza, en la que lo principal es el toro y donde se pide que los diestros estén a la altura de esos bureles de 600 kilos con ganas de darlo todo. Y desde luego Padilla lo hace. Se la juega, pone la carne en el asador y conecta con esos tendidos con ganas de mambo en los que la juerga y la música nunca descansan, y donde se sabe apreciar el valor, ya que muchos de los que llenan la solanera, cada mañana sanferminera corren delante de los toros. Así que no es de extrañar que más de uno nos calemos el parche y ondeemos con orgullo la bandera negra para saludar a nuestro ídolo. ¡Larga vida al rey de los piratas!