gara, donostia
Padilla

Zinegotzi: Mucha tontería y pocas nueces

Por el capotico de San Fermín! Algún lunar tenía que tener una fiesta tan bonita y espectacular como la nuestra, y en esta ocasión vamos a hablar de uno de ellos. Ya sé que Padilla tiene mucho arte y que el hombre es de los que no se arrugan, incluso cuando parecía que un toro le había dejado fuera de los ruedos. Ese empuje y ese valor siempre se los reconoceré, pero eso de hacer el indio para que ruja la marabunta, esa masa informe que ni se entera de por qué puerta salen los toros al coso, no me parece propio de un matador serio.

Es que ¡encima le da alas a esa ralea de indocumentados! No tenemos bastante con aguantar todos los santos días de feria sus cánticos desafinados, su falta de respeto a los matadores y su manía de tirar cosas a la arena, como para que encima uno de los propios protagonistas de la fiesta se encargue de arengar a esa banda de impresentables brindándoles toros.

Está muy bien eso de conectar con los sanfermines, de empaparse de su idiosincrasia asimilando sus esencias, incluso las que pueden resultar a todas luces más putrefactas, pero de ahí a perder la ortodoxia, media un abismo insalvable. ¡Un poquito de por favor, Juan José!