La estrella, en peligro

De un tiempo a esta parte, la experiencia de saltar de piedra en piedra observando la vida marina de los charcos originados en las playas ha variado sustancialmente en el Parque Nacional Olímpico del estado de Washington (extremo oeste de EEUU), ya que apenas se ven estrellas de mar. «No se le puede llamar de otra manera que no sea catástrofe», manifiesta la bióloga Drew Harvell a France-Presse, en referencia a uno de los peores episodios de enfermedad de especies marinas que se haya visto nunca. «Es impresionante. Millones de estrellas de mar han muerto».

El fallecimiento llega tras un proceso de deterioro que ocurre en apenas unos días y que tiene por característica principal la pérdida de los brazos. En algunos lugares, ha desaparecido al menos el 95% de la población de este animal.

Un equipo de investigadores aseguró en 2014 haber hallado pruebas «convincentes» que apuntan como culpable a una infección por densovirus, un virus presente en la costa del Pacífico. No es nuevo, pero se cree que el calentamiento de las aguas de los océanos puede haberle facilitado una virulencia inusual: «Sabemos que cuando las temperaturas son más altas, las estrellas de mar mueren rápidamente».