Empate que sabe a gloria
Anaitasuna no dejó de pelear en ningún momento y, pese a ir perdiendo por cinco, el acierto final fue suyo.

ANAITASUNA 27
ADEMAR LEÓN 27
La remontada que llevó el marcador del 23-26 al 27-26 a 30 segundos del final valió por todo el partido. Luego Agirrezabalaga establecería el empate a 27 definitivo, pero este era el encuentro que necesitaba Anaitasuna para salir adelante. Juanto Apezetxea cambió la mayoría del equipo titular del partido ante el Initia y los jugadores salieron enchufadísimos y con ganas de agradar. El 4-1 en el marcador cuando se llevaban jugados 6 minutos, con las cuatro paradas de Lorger, auguraban un partido interesante (6-3 en el minuto 8), pero entonces llegó la reacción leonesa con un parcial de 0-4, aprovechando una exclusión de Castro, que obligaba a Apezetxea a parar el tiempo y arengar a los suyos con un 6-7 en contra.
Anaitasuna volvió a la carga con una nueva reacción que le llevó otra vez a dominar el marcador (10-8), pero los cambios y los flojos porcentajes de Nadoveza (0 de 3) y Da Silva (0 de 2) propiciaron otro parcial de 0-6 que llevaba el marcador al 10-14 a tres minutos del descanso. El lateral brasileño Sampaio (6) y el zurdo argentino Vieyra (4) habían capitalizado los ataques de Ademar, que no se había dejado achantar por el fervor navarro.
Pero tras el descanso Anaitasuna volvió con ansias renovadas. Los primeros minutos fueron de toma y daca, aunque Lorger ya había perdido la inspiración, pero la desventaja no se iba de más de dos goles, hasta que Cupara enlazaba varias paradas consecutivas y hacían que el marcador se disparara hasta los cinco goles, una diferencia que empezaba a ser importante.
Sin embargo, ahí fue donde se fraguó la reacción navarra. Sin dar el partido por perdido en ningún momento, los dos equipos se enfrascaron en una pelea defensiva en la que Anaitasuna encontró la inspiración que necesitaba. Un solo gol en siete minutos daba pie a que los navarros recargaran pilas, y fueran remontando poco a poco hasta asestar el golpe definitivo. Del 23-26 se pasó al 27-26, y eso con la exclusión de Etxeberria, que Apezetxea solucionó con habilidad poniendo a Castro a jugar como central, sin portero.

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