La larga sierra de Nobla separa de este a oeste con una altura media de 1.000 metros el amplio valle de Pintano con el “Canal de Berdún” surcado por el río Aragón que recoge las aguas de los valles del Pirineo de Jacetania, que cierra su erizado cresterío en el horizonte norteño. La sierra de Nobla, como las demás que forman transversalmente el intrincado relieve de la alta comarca de Cinco Villas ofrece un variopinto escenario de contrastes.

Como otras excursiones de esta zona del pre-pirineo, publicados anteriormente, la que sugerimos en esta ocasión es apropiada para realizarla en la época invernal, cuando los días son más cortos de luz y apenas llegan las borrascas del NO Atlántico. La cumbre es identificable por el tajo producido por el desprendimiento de una parte de la muralla rocosa, justo encima del pueblo de Artieda. Este pueblo de apretado caserío se encuentra sobre una colina de las faldas de esta sierra. De cuidadas calles empedradas y algunas casas con elementos de la época renacentista y neoclásica, destaca entre los edificios de interés histórico la Casa de los Diezmos. Resalta también su iglesia (s. XII-XIII con numerosas transformaciones posteriores) y la ermita de San Pedro, tuvo pertenencia al Monasterio de Leire documentada desde el año 919.

Una vez en Artieda (625 m.), podremos aparcar en la entrada del pueblo, lugar donde iniciaremos esta excursión con un formato circular. Los primeros pasos los realizaremos por una pista de grava, dejando un desvío a la izquierda con una señal “Camionero y Visera” que ignoramos aunque será por donde regresaremos. Seguimos por la derecha en dirección “Púlpito y Nevera” penetrando bajo un pinar, ignorando pronto un desvío a la izquierda. Más arriba saldremos a un raso situado en un alto donde dejamos el pinar. Flecha que indica la dirección al Púlpito por una senda que nos llevará nuevamente al interior de un pinar en una suave y constante subida.

Sin dejar de ganar altura estaremos en el desvío señalizado que lleva a La Nevera. De improviso saldremos de la umbría del bosque, en un lugar abierto hacia las cumbres del Pirineo de Jacetania, ya muy cercanos de la muralla cimera. En este lugar, sobre un peñasco, se alza una artística cruz de hierro. De ahí viene lo del Púlpito. Aquí daremos con el paso rocoso que lleva poco más arriba al collado de La Espesa (970 m.). En este tramo la estrecha senda discurre por el borde superior del desprendimiento antes mencionado, con el vacío a nuestros pies y dispersos en la ladera grandes bloques de rocas que, por su tamaño, debieron hacer mucho ruido.

Una vez en el lomo cimero, hemos de continuar por la derecha hasta la cercana cumbre de la Peña Musera (990 m.). Bonita panorámica sobre la sierra de Leire, y un horizonte norteño perfilado por las cumbres del Pirineo Occidental desde la zona de Belagoa-Zuriza hasta Collarada. De regreso al collado continuaremos por una borrosa senda hacia el Este por el lomo cimero, cubierto de roble pubescente, quejigo, encina y matorral mediterráneo. Unas cintas de plástico nos ayudarán a seguir la ruta hasta encontrar el lugar de bajada hacia Artieda, donde hay un cartel que indica al Púlpito en dirección de donde venimos. Para los interesados en poco más de media hora, siguiendo el filo del cordal, se alcanza la ermita de Santa Cruz (1.079 m), situada en el extremo oriental de la sierra.

La bajada hacia Artieda nos sorprende un amplio camino que discurre en su parte más alta entre un bosque de frondosas con presencia del haya y abedul. Más abajo volveremos a la rutina del pinar y al bosque mediterráneo y tras salvar dos barrancos y pasar junto las ruinas de un corral estaremos en el lugar del inicio de la excursión.