IBILIZ IBILI

A vueltas con Aranoko mendiak

Cuentan en Arano-goiko herria que, un buen día, un vecino de Donostia preguntó a una vecina de Arano por dónde ir a Aranomendi. La vecina, un tanto extrañada, le replicó que Arano no tenía uno, sino muchos montes; que los de los alrededores también eran Arano y de ahí, sus múltiples y posibles respuestas. Al poco la vecina se percató de que aquel donostiarra a donde quería ir era a Juan Donosti mendia (así lo llaman al situado por encima del pueblo). Por lo tanto ya lo saben, en Arano, de perdidos, para arriba.

Dedico el Ibiliz a estos dos vecinos, de la antigua tenencia donostiarra en Nabarra (desde Hondarribia hasta el Oria, y desde Arrenga hasta San Martín de Arano), de mi parte, vecino, nacido y criado junto al antiguo monasterio “...Sancti Sebastiani...”, con afecto.

Iniciamos este Ibiliz en Benta Berri (la de Arano, no la del Antiguo). Un Ibiliz que, como el siguiente, servirá de transición entre los montes francos del Urumea, los modernos y los antiguos. Recorridos unos metros hacia Gipuzkoa, iniciamos por pista a izda. la ascensión, que pasa junto a varias construcciones, siendo junto a la segunda, cuando se hace camino ancho y posterior senda. No debemos desviarnos en ningún momento, lo que significa pasar una erreka, una valla y otra erreka, para así llegar al cordal principal, donde una pista asciende de manera valiente, que tomaremos a izda.

Unos metros adelante, aromatizados por los eucaliptos, desechamos desvíos a izda. y dcha., afrontando la pista ascendente, en esta margen derecha de la ladera. Al poco, asoma la primera cima, rocosa y accesible, siguiendo la pista principal que enseguida se convierte en sendero. El tramo final supone dejar a dcha. otro sendero, de tal manera que alcancemos el cordal y la cima rocosa, con mugarri de Hernani y Arano incluido.

A partir de aquí la valla mugalari será nuestra guía, alcanzando a los 10´ una pista de tierra más ancha, no debiendo asustarnos que al rato descienda, porque rápidamente tendremos la opción de ascender. Seguiremos por ella, sin girar a izda. ni desviarnos a dcha., y cuando el cordal asoma cercano a izda., tomaremos esa pista forestal que nos lleva de nuevo a la valla fronteriza. Se trata de continuar por el lado guipuzcoano, con nuevas perspectivas de Arano, por sendero variable en su firme, agradeciendo ahora al ganado, que mantiene limpio el trazado, hasta que la loma de Garagartza asoma al frente y a donde dirigimos la andada. Dos segmentos, uno al frente (eucaliptos y valientes ametzas) y otro a dcha. (terreno despejado), finalizan con señalítica de Garagartza. Unas sales y un trago. La cerveza espera.

Pasada la ataka, continuamos al frente y recibimos a la GR121, Vuelta a Gipuzkoa, que por pista aparece. En trayecto aranotarra por sendero herboso continuamos, teniendo como vecinos a izda. puestos de caza y a dcha. más repoblaciones y más pistas.

Nuevamente la GR asoma al cordal, hecho que obviamos porque continuamos de frente por camino empedrado y ascendente, hasta que una valla corta el camino. Estamos junto al binomio Unamuno-Leuneta, techo de los montes francos, y atentos a las atakas a izda. podremos acceder en ida y vuelta a las cimas anexas. Cuando esa pista de tierra descubre al gran Mandoegi es cuando debemos girar a izda, para tomar el posterior descenso. De aquí caen las primeras aguas de Aranoerreka y de aquí iniciamos el vertiginoso descenso para empezar a cerrar el valle principal de Arano.

Alcanzado el collado, obviamos la pista que desciende tanto a Arano, goiko herria, como a Mandoegi erreka y continuamos de frente, para afrontar las siguientes lomas, herbosas aunque con diversas repoblaciones jóvenes de hayas, monumentos megalíticos y más puestos de caza. Abajo a derecha, asoma Goizueta, lo que marca el fondo del Urumea, mientras más atakas nos convencen para seguir de frente.

Al rato la pista de descenso salta a la vista, pero volvemos a obviarla, siguiendo de frente y buscando la sintonización de Aranomendi y Juan Donosti, lo que supone pasar por la antena, cima situada tras otra loma de por medio. Esta cima, con vértice geodésico incluido, descubre unos pasos adelante, el embalse de Añarbe, hecho que anima a continuar el descenso por sendero que nos llevará a San Sebastian elizatxoa, tras paso por otra ataka. Junto a ésta, la pista a izda. desciende a otra más dura, la cual continuamos por la dcha., de tal modo que descendemos a Aranoko Kontsejupe, taberna y lugar de anécdotas, donde aconsejamos sus babarrunas y algún trago de cerveza, mientras miramos al frente el ascenso realizado por Garagartza.

De perdidos tomamos la carretera hacia abajo, hasta que junto a los contenedores iniciamos el descenso por el viejo herri bidea, paralelo a la carretera, de gran belleza con avellanos, manteniendo siempre la dirección, hasta encontrar de nuevo la carretera. Acelerados, nos salimos en curva por su tangente, y rodeamos por la derecha la pequeña loma. Siguiendo este nuestro trazado principal, con hayas alineadas y 2 construcciones a dcha. e izda en doble giro, el camino pierde anchura, y ante el nuevo desvío, ahora sí, de perdidos al río y a la presa, porque Arano también tiene presa, la que recoge las aguas del valle rodeado en este Ibiliz. Doble puente, el viejo y el moderno, anteceden al camino ancho, que tomamos a derecha, el cual entra en diálogo con Arano erreka siempre en descenso, serpenteando ambas el territorio, hasta encontrar con el Urumea. De aquí a Benta Berri, por carretera son 2 km. Esto aporta Aranoerreka al Urumea: toponimia, hidrología y caudal olvidado, por muchos vecinos donostiarras.