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De Mianos a Bagués, por un paseo encantador

Entre estos dos pequeños y abigarrados pueblos, se encuentra la larga sierra de Nobla, un macizo montañoso de regular altura, que separa las jacetanas tierras del Canal de Berdún y la alta comarca de Cinco Villas, lugares de escenarios tranquilos y pintorescos. Además de disfrutar del próximo cordal del Pirineo de Jacetania, entre Peña Forca y Collarada, el paseo se mueve entre pistas, caminos y sendas que nos llevarán a la ermita de Casterillo de Mianos y la llamativa iglesia románica lombarda de Santa Basilisa de Bagués, asentada en un alto frente el pueblo.

Una vez situados en Mianos, dejaremos el coche en la entrada del pueblo, donde hay varios paneles informativos (787 m.). Cruzaremos el pueblo y la ermita, y una pista de cemento nos llevará a un recoleto lugar donde se encuentra una bonita fuente con abrevadero de piedra del siglo XVIII. En un medallón aparecen unos picachos esculpidos: pone la fecha 1746. Aquí su antiguo lavadero se encuentra protegido por una cubierta de tejas donde hay unas mesas y bancos para los comensales. Poco más arriba, la pista finaliza en el cementerio, siendo ahora una amplia pista la que nos llevará bajo un denso bosque de pino silvestre a un raso herboso donde se encuentra un curioso merendero de forma circular. Una senda nos lleva por su parte trasera a la cota rocosa donde se asienta la ermita de Casterillo.

De nuevo en la pista, seguiremos ganando altura entre el bosque que abandonaremos más arriba, dando vista a la estrecha garganta de Escalar, aprisionado por la Punta de San Esteban y las estribaciones de la sierra de Nobla. Una vez bajo un farallón rocoso, en un lugar donde la pista se encuentra protegida por un vallado de madera, unas señales de color amarillo invitan a abandonar la pista que, tras un largo rodeo por los altos de las montañas lleva a Bagués, bajaremos por una senda la fuerte pendiente hasta alcanzar una regata. Una vez cruzada, esta amplia senda nos llevará por encima de un farallón rocoso, donde hay que prestar atención en la parte más aérea. Aquí veremos algún tramo de la antigua calzada de piedra que unía los dos pueblos.

Tras salvar este espectacular paso sobre la garganta de Escalar, la senda bordea la montaña dando vista a la amplia cuenca por donde serpentea la regata entre campos de labranza y bosquetes de robles. Tras dejar un tendido eléctrico más arriba, alcanzaremos las ruinas de un corral y poco después la pista que conduce a Bagués, En el camino dejaremos algún otro corral en ruinas y una vez pasado un establo nuevo, dejaremos a la derecha la pista de Mianos que hemos dejado al principio.

Con la vista puesta en el pueblo de Bagués, frente a nosotros en lo alto de una colina, saldremos a la carretera. Desde ella veremos cercana la ermita románico lombarda de Santa Basilisa (s. XI) y poco después estaremos en el corazón de Bagués, con buenas muestras de arquitectura popular, en casonas y calles empedradas (820 m.)

El recorrido precisa de una combinación de vehículos o bien, si el tiempo es bueno, se puede regresar a Mianos por la pista antes citada, antes de la nueva nave ganadera. El paisaje y la panorámica sobre el erizado horizonte de los Pirineos occidentales es de lo más llamativo. Solamente hay que prestar atención en un cruce, en la parte más alta del recorrido, de seguir el desvío de la derecha.

Tras pasar un portillo más adelante, daremos con el lugar del farallón rocoso, donde dejamos en la subida esta pista. El horario de esta combinación es de 2h15, media hora más, pero merece la pena por las sensacionales y continuadas panorámicas que ofrece.