La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, pidió perdón a los pueblos indígenas por la discriminación que han sufrido históricamente. Se trata de la primera disculpa oficial del Gobierno a las comunidades nativas por siglos de discriminación y vulneración de derechos.

«Pido disculpas al pueblo indígena en nombre del Gobierno y transmito nuestras más profundas disculpas por el sufrimiento y la injusticia que tuvieron que soportar en los últimos 400 años. Tenemos que examinar la historia seriamente y decir la verdad», declaró en una ceremonia celebrada en el Palacio Presidencial con motivo del Día del Pueblo Indígena, a la que asistieron representantes de las 16 tribus aborígenes reconocidas en Taiwán. Un aborigen de unos 80 años del pueblo de los yami aceptó un texto escrito de la disculpa presidencial.

La disculpa a los pueblos aborígenes fue una de las promesas de Tsai en la campaña a las elecciones presidenciales de principios de este año.

Resaltó la importancia de que los taiwaneses sean conscientes de las injusticias sufridas por los aborígenes y de la necesidad de que se establezcan las condiciones para un desarrollo integral, en cultura, economía y bienestar, de esta comunidad.

Tsai anunció la creación de una comisión de investigación dependiente de la Oficina Presidencial, que mantendrá contactos con representantes aborígenes para que «sean oídas sus voces» y un centro para resolver disputas entre las leyes tradicionales y el ordenamiento jurídico isleño. Gran parte de las tierras de los indígenas están catalogadas como parque natural, un motivo de disputas sobre la caza y la pesca. Los cazadores aborígenes solo están autorizados a usar armas de fuego de fabricación casera, algo que consideran peligroso, y únicamente pueden cazar los días festivos.

Tsai adelantó que revisará la decisión del Gobierno de construir un almacén de residuos nucleares en la isla Orquídea y que, de seguir adelante con ello, ordenará compensar a los miembros de la tribu yami.