Mikel INSAUSTI
CRÍTICA «Small Time»

Aquel maravilloso verano como vendedor de coches

Una muy curiosa producción independiente que ha tardado varias décadas en materializarse. El proyecto nació en los años 70, siendo una historia muy personal y autobiográfica de Joel Surnow, que ha tenido que esperar a disponer de un prestigio profesional para poder ponerlo definitivamente en marcha. De ahí su tardío debut en el cine, una vez consagrado como creador de las series televisivas “24” o “Los Kennedy”. Por dicha razón también se ha rodeado en su ópera prima de técnicos e intérpretes del medio, con un reparto encabezado por los veteranos Christopher Meloni y Dean Norris, tan entonados como el resto de secundarios procedentes igualmente de la pequeña pantalla.

“Small Time” es una modesta comedia nostálgica sobre las relaciones paternofiliales, contada desde el punto de vista de un adolescente que busca un acercamiento con su padre, debido a que sus progenitores están divorciados. Para ello se ofrece a trabajar en el concesionario de coches paterno durante el verano, con una recién descubierta vocación de vendedor que amenaza con poner en peligro su ingreso en la Universidad, lo que significaría un gran disgusto para su madre, de la que su “ex” sigue todavía profundamente enamorado. El argumento no puede ser más sencillo, pero está contado con mucho cariño hacia los personajes y sus vivencias cotidianas.

No es de extrañar que el chico interpretado por Devon Bostick se sienta atraído por la venta de coches, porque tiene en su padre y su socio a los mayores expertos del sector. Christopher Meloni y Dean Norris forman una pareja perfectamente conectada, que se entienden con un solo gesto o una mirada por los muchos años que llevan juntos en el sector automovilístico. Poseen una gran sicología del cliente, al que persuaden con un completo repertorio de trucos y engaños. Sus locos spots salen en los títulos de crédito finales.