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ARRASATE

Dos años después de volver a la actividad, Fagor CNA despide a 34 trabajadores

La crisis de Fagor Electrodomésticos no se cerró con su compra por parte del grupo catalán CNA. Pese a que este hizo posible que volviera la actividad a las plantas de la antigua cooperativa, su futuro es incierto.

Los trabajadores de Edesa Industrial y Geyser Gastech realizaron ayer un paro de una hora en solidaridad con los 34 trabajadores despedidos por Fagor CAN en estas factorías y reclamaron a las instituciones, en especial al Gobierno de Lakua, «su implicación en este proceso».

Los centros de trabajo de Arrasate, Eskoriatza y Basauri secundaron «masivamente» el paro de una hora, entre las 10.15 y las 11.15 de la mañana, y se realizaron concentraciones ante cada planta para mostrar su rechazo a estos despidos y mostrar su solidaridad con los compañeros que han perdido su puesto de trabajo, según explicó el comité de empresa.

La dirección de Edesa Industrial SL y Geyser Gastech SA comunicó el martes a los comités de ambas empresas y a la representación de los trabajadores de Basauri la ejecución de un ajuste de plantilla, concretado en 34 salidas, de las cuales ocho son «despidos traumáticos».

Han transcurrido ya tres años desde que la cooperativa Fagor Electrodomésticos –que estaba integrada en Mondragon Corporación– entrara en preconcurso de acreedores al no poder afrontar más pagos cuando ya acumulaba una deuda de más de 800 millones de euros. Entonces, Edesa era la segunda marca de electrodomésticos de Fagor y su producción se centralizaba en la planta de Basauri.

La quiebra financiera y el cierre de Fagor, uno de los emblemas históricos del cooperativismo vasco, tuvo un gran impacto económico y social. Después de una serie de negociaciones a varias bandas, el grupo catalán CNA, a través de su empresa Cata, resultó seleccionado por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Donostia para hacerse con Fagor Electrodomésticos. La actividad se reanudó en octubre de 2014 en Arrasate y en marzo de 2015 en Basauri.

Dos años después, el pasado mes de octubre, CNA anunció que iba a suspender temporalmente la actividad para «adecuar las capacidades productivas de la compañía a los requerimientos del mercado y al stock presupuestado». Además de los despidos, el ERE afecta a cerca de 200 trabajadores.