El expresidente de Perú, Alejandro Toledo, con una orden de detención por el «caso Odebrecht», denunció ser víctima de una «caza de brujas», al tiempo que su exministro y actual presidente, Pedro Pablo Kuczynski, pidió a su homólogo estadounidense, Donald Trump, que lo deporte.

Tres días después de que Perú solicitara judicialmente su detención, Toledo se manifestó en redes sociales con un comunicado donde mantuvo en secreto su paradero. Tildó la decisión judicial de «infamia» y dijo que llamarlo «fugitivo» es una distorsión «maquiavélica». Condicionó su presencia en el proceso a que no lo prejuzguen.