Cientos de personas se manifestaron ayer para mostrar su oposición a la pasante del metro de Donostia. La marcha fue convocada por Satorralaia, que aprovechó para responder a la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, quien considera que «no procede» abrir un proceso participativo.

«Sin embargo, entendemos que sí procede parar este proyecto, porque es un proyecto mentiroso», destacó Mikel Alonso, portavoz del movimiento vecinal, que advirtió de que el túnel pasante no es necesario para llegar al centro de la capital guipuzcoana.

Además, afirmó que no es necesario eliminar la estación de Easo para aumentar la frecuencia del Topo, y rechazó los argumentos basados en la reducción de emisiones de CO2. «Prevén que tan solo dejarían de usarse el 1,5% de los automóviles privados. El CO2 y el medio ambiente son puros pretextos», aseguró.

Asimismo, alertó de que un «proyecto mentiroso es un proyecto corrupto». «Sabemos que la corrupción no es solamente el 3% de las mordidas. También es corrupción inflar lo más posible el presupuesto efectivo de la tranformación del Topo para lucrarse en la fase de construcción y posterior mantenimiento, y reforzar así al lobby del hormigón».

Por último, recordó que existen alternativas a la pasante, como la «efectiva coordinación del Topo y Dbus, creando pequeños centros de transbordo bien situados que integren los sistemas de Lurraldebus y Cercanías de Renfe; o impulsando un despliegue progresivo de varias líneas de autobuses rápidos de alta capacidad».