Garbiñe Muguruza se deshizo ayer de la rumana Sorana Cirstea, 63ª del mundo, por un contundente 6-2 y 6-2 para plantarse en los octavos de final de Wimbledon sin haber cedido un solo set.

Muguruza controló el encuentro con facilidad ante una jugadora que había llegado a esta instancia tras vencer a la estadounidense Bethanie Mattek-Sands, en uno de los partidos de más impacto este año, ya que la americana se torció la rodilla derecha y acabó con gritos desgarradores de dolor en la pista. Cirstea quedó conmocionada con la escena.

«El hecho de que sea la segunda semana significa que ahora empiezan en teoría los partidos más difíciles, en los que te tocan las mejores jugadoras, donde realmente está el torneo», analizó Garbiñe Muguruza tras el partido.

Y así es, porque en el camino de la vasco-venezolana se cruzará nada más y nada menos que la alemana Angelique Kerber, número uno mundial, que eliminó a la estadounidense Shelby Rogers por 4-6, 7-6 y 6-4.

Tampoco fallaron la danesa Caroline Wozniacki ante la estonia Anett Kontaveit, ni Novak Djokovic contra Ernests Gulbis en tres sets. Algo más le costó a Roger Federer ganar a Mischa Zverev.

Buzarnescu gana en Getxo

La rumana Mihaela Buzarnescu, 213ª de la WTA y que venía tras caer en la previa de Wimbledon, conquistó ayer el Torneo de Getxo, incluido en el Circuito ITF y dotado con 25.000 dólares en premios, tras imponerse con autoridad por un doble 6-2 a la mexicana Renata Zarazúa (291ª del mundo) en la final disputada en las instalaciones del Real Club Jolaseta.