¿Es consciente de que sin el pozal no existiría la merienda sanferminera?

Lo sé y todos los pozales soñamos con acudir a la plaza en plenas fiestas, porque es el momento cumbre de toda una vida de servicio entregada al transporte profesional de todo tipo de líquidos. Lamentablemente no se puede decir lo mismo de los usuarios.

Se aprecia cierto resentimiento en su respuesta.

No es para menos. Cuando llega el momento de ir a los toros, mi usuario me llena de los mejunjes más pringosos y explosivos que se le ocurre combinar en mis delicadas paredes. Y después de dejarme como un Cristo, termina la faena aporreándome sin misericordia el trasero en ‘agradecimiento’ por los servicios prestados. Incluso hemos tenido compañeros que han terminado en el contenedor absolutamente machacados o abandonados a su suerte en el tendido. Tenemos motivos de sobra para estar mosqueados.

¿Ha trasladado de alguna manera esta queja?

Estamos haciendo correr nuestras reivindicaciones por las secciones de menaje de los principales establecimientos para, en un momento dado, impulsar una huelga de asas caídas. Exigimos que en nuestro interior solamente se viertan bebidas espirituosas de primera calidad y nada de ser aporreados.

¿Es posible que estos sanfermines lleguemos a ver un tendido sin pozales?

Dependerá de la actitud de los usuarios, pero estamos dispuestos a todo con tal de que nuestro físico de plástico sea respetado. Nuestro eslogan será: «¡El licor de garrafón lo metes en el porrón, pedazo de...!».