GARA
HONG KONG

Los manifestantes de Hong Kong dejan el Parlamento tras horas de ocupación

La Policía antidisturbios de Hong Kong recuperó el control del Parlamento local tras varias horas de ocupación por parte de los manifestantes antigubernamentales, que colocaron una bandera colonial británica, en una jornada de caos que coincidió con el 22º aniversario de la devolución de la excolonia británica a China.

La manifestación por el 22º aniversario de la cesión británica de Hong Kong a China en 1997 acabó ayer en una revuelta popular inédita en la que cientos de jóvenes entraron por la fuerza en el Parlamento local y lo ocuparon sin que la Policía, muy criticada por su dureza contra los activistas, hiciese acto de presencia. Solo tres horas después, ante la confirmación de que las fuerzas policiales antidisturbios se disponían a acceder a la sede legislativa y mientras dispersaban con gas lacrimógeno y gas pimienta a los que estaban en el exterior, los manifestantes antigubernamentales abandonaron el lugar.

Decenas de personas con cascos, paraguas y el rostro cubierto irrumpieron en el principal recinto parlamentario después de romper varias cristaleras tras una ardua tarea de varias horas mientras gritaban consignas y pintaban de negro el escudo de la ciudad. En sus paredes realizaron pintadas y en cuyo estrado colocaron una bandera de la época colonial británica mientras ondeaban una versión en blanco y negro de la bauhinia o bandera de Hong Kong.

Desde la madrugada, grupos de jóvenes ocuparon y bloquearon las tres principales arterias de la ciudad. Y poco antes de la tradicional izada de las banderas de China y Hong Kong por el aniversario, la Policía cargó contra los manifestantes.

Las marchas reflejan el temor de los hongkoneses ante la creciente influencia del Gobierno de Pekín en el enclave semiautónomo con mayores libertades que la China continental.

Los manifestantes exigen la retirada definitiva del proyecto de ley de extradición que impulsa el Gobierno, la renuncia de su presidenta, Carrie Lam, la investigar el uso por la Policía de pelotas de goma y bolsas de perdigones contra los manifestantes, retirar todos los cargos presentados contra manifestantes desde el 12 de junio y liberación de todos los detenidos.

Los activistas, jóvenes estudiantes en su mayoría, prometen continuar con su campaña de desobediencia civil. «Pase lo que pase, no perderemos el ánimo», declaró Jason Chan, un contable de 22 años. «La resistencia no es una cuestión de un día, es a largo plazo», sostuvo.

Movimiento contra la erosión de sus libertades

El movimiento, que nació del rechazo al proyecto de ley sobre extradiciones, fue ganando fuerza hasta denunciar también la acción del Gobierno local, del que muchos hongkoneses desconfían al considerar que ha permitido, o incluso favorecido, que Pekín erosione sus libertades.

Aunque Hong Kong fue transferida de Reino Unido a China en 1997, el territorio aún es administrado bajo un acuerdo conocido como «un país, dos sistemas» y sus habitantes disfrutan de derechos raramente vistos en la China continental.

En cada aniversario de la devolución, los activistas locales organizan enormes manifestaciones para reclamar más democracia, incluida la elección del Ejecutivo local por sufragio universal.

En años precedentes fueron capaces de movilizar grandes multitudes –que en 2014 ocuparon durante dos meses el centro de la ciudad–, pero no lograron concesiones de importancia por parte de Pekín.

Las protestas de este año tienen lugar tras tres semanas de manifestaciones contra el polémico proyecto de ley de extradición.

El domingo, miles de simpatizantes del Gobierno se manifestaron para apoyar a la Policía, en una muestra de la brecha creciente que divide a la sociedad.GARA