Alfontso DIEZ

Eficiencia y seguridad versus privacidad

En las horas punta, son frecuentes las largas colas en el metro de Pekín para pasar los controles de seguridad. Por eso, la capital china, cuyo sistema de transportes gestiona doce millones de viajes diarios, quiere instalar cámaras que escaneen los rostros de los pasajeros cuando entren en una estación, los clasifique y los dirija a distintos controles de seguridad. Según Zhan Minghui, director del centro de control del tráfico ferroviario de Pekín, el plan incluye la creación de un sistema de «créditos», en función del cual los pasajeros que estén en la «lista blanca» podrán pasar más rápido, mientras que las personas que tengan un «feedback anormal» serán sometidas a controles adicionales. «La técnica tiene el objetivo de mejorar la eficiencia de los controles», explica. Desde mayo, el metro de Pekín ya aplica un sistema en el que los pasajeros pierden puntos si comen dentro de los vagones. El reconocimiento facial se está expandiendo en China, desde los supermercados hasta los controles de seguridad. La polémica, una vez más, está servida.