Igor FERNANDEZ
Sicólogo
SICOLOGÍA PARA UNA CRISIS

Cuidar de las pequeñas

Tenemos una hija de 10 años que hasta hace tres semanas era una niña alegre. Ayer por la noche entró en crisis y, sin poder dejar de llorar, nos dijo que no podía más y que quería ir a la calle. Creo que las autoridades han optado por el sistema más fácil: castigar a l@s niñ@s, sin dar opción a ninguna alternativa. ¿Alguien ha pensado en las consecuencias físicas y psicológicas que va a tener, y que ya está teniendo, en ell@s?

Firma: A.

Hola A., imagino que verla pasarlo mal os llena de impotencia y también te oigo la indignación. Los efectos de “aguantar” cada vez son más evidentes para todos, pero para los niños suponen un esfuerzo diferente, aunque no son tan frágiles como tememos a veces. Recordemos que hay diferencias entre unos y otros, y también en las circunstancias: no es lo mismo estar en un piso en una gran ciudad que en un baserri.

Sea como fuere, probablemente lo que hay que hacer en momentos como el que describes se parezca mucho a lo que hacemos cuando tienen fiebre o les duele la tripa y no podemos hacer nada para que eso pare inmediatamente.

Hay que estar ahí, con sus emociones, dejándoles que saquen el agotamiento, el temor o lo que sea y tratando de darles la estabilidad para que puedan seguir. Sin duda, esto tiene un peso pero no se convertirá en un peso permanente si estamos dispuestos a que lo aligeren con nosotros.

Las medidas pueden ser excesivas o no, y seguramente se puedan regular mejor por parte de las autoridades, pero la relación en casa es cosa nuestra. Es diferente con un niño o niña de 2 o 3 años que con una niña de 7 ó de 10, como es vuestro caso.

Pero necesitan de nosotros lo que ellos no pueden hacer, por cansancio, hartazgo, enfado o temor: estabilidad, que no nos desbordemos, que estemos tranquilos; regulación, que cuando ellos hacen cosas que parecen excesivas les ayudemos a calmarse y pensar para que ellos puedan de nuevo autorregularse; y, finalmente, ayudarles a mejorar, quizá a divertirse con algo nuevo, aprender… o descubrir sus nuevos recursos en estos momentos tan extraños y difíciles.