Siete colores y siete números. Una baraja de 49 cartas compone este “Red 7”, un juego en el que siempre viviremos al borde del precipicio. El valor de cada carta lo marca en primer lugar su número, y luego su color. El 7 rojo es el que más vale, luego el 7 naranja, el 7 amarillo… así hasta llegar al 1 violeta.

En cada turno podremos jugar cartas en nuestro lado o en la parte superior del mazo central, que marca la condición de victoria: la carta más alta, la más baja, más cartas pares o correlativas… Hacemos nuestra jugada y, si cumplimos en ese momento la condición de victoria, seguimos en la partida. Si no lo conseguimos caeremos eliminados, y el último superviviente es el ganador.

Y poco más, pero en esa mecánica que parece tan simple hay más veneno que en una falta botada por Maradona desde el borde del área. Cada carta jugada es un dilema, porque es ahora o nunca, pero al mismo tiempo debemos pensar en el futuro y plantar la semilla para remachar a nuestros rivales.