Ramón SOLA
CRISIS DEL CORONAVIRUS

El rebrote hospitalario ya está aquí: de 43 a 138 ingresados en nueve días

Si la semana anterior ha visto duplicarse los contagios diarios por covid-19, en esta van a ser los hospitales los que empiecen a notar considerablemente el deterioro de la situación. Especialmente en Osakidetza, donde agosto se abrió con apenas seis personas ingresadas y ahora son ya 90. Lakua amaga, pero no enuncia nuevas medidas.

Una jornada con casi 500 nuevos contagios ha abierto esta semana en que podrían incrementarse las medidas de control en Euskal Herria: el llamado «toque de queda». El foco sigue siendo puesto oficialmente en los bares, pero no hay punto que se salve, de iglesias o residencias de tercera edad a dos oficinas de Lanbide cerradas ayer. Fue en Zaramaga (Gasteiz) y Laudio, tras sendos positivos de dos empleados.

Con todo, adonde realmente habrá que prestar atención informativa desde ya es a los hospitales. La ola de rebrotes que se refleja en el cuadro superior (con un primer salto en torno al 17-18 julio; un segundo, a fin de mes y varios encadenados al inicio de la pasada semana) va trasladándose de modo inexorable a los centros hospitalarios.

Así, pese a ser festivo, el domingo se produjeron 19 hospitalizaciones por el coronavirus en el conjunto de los cuatro herrialdes del sur. Y el total de personas ingresadas asciende en la actualidad a 138.

Poniéndolo en perspectiva, son más del triple de las que estaban hospitalizadas al arrancar el mes veraniego por excelencia, hace solo diez días.

El salto resulta especialmente reseñable en la CAV, dado que en esa fecha se computaban en centros de Osakidetza únicamente seis personas ingresadas y ahora ascienden ya a 90, es decir, quince veces más.

En Nafarroa, aparentemente con una estrategia médica más tendente a las hospitalizaciones que a pasar la enfermedad en casa, el sábado 1 de agosto había 37 enfermos de covid-19 en centros de Osasunbidea, mientras que ahora son 48.

Como punto positivo por el momento, únicamente 10 de estos 138 están en la UCI, cuatro en la CAV y seis en Nafarroa, lo que marca una diferencia relevante respecto a la dramática situación de marzo, abril y mayo.

Los contagios, en jóvenes

Este alivio tiene que ver en gran parte con la juventud de las personas contagiadas detectadas (quizás entonces también era así, pero simplemente no se les diagnosticaba por estar asintomáticos o leves y al hacerse PCR solo a los casos que llegaban a los hospitales).

Así, en el informe hecho público ayer por el Departamento de Salud de Lakua se aprecia que únicamente un 8% de los nuevos infectados tiene más de 70 años. De los 353 aparecidos el domingo, 16 están en el tramo de edad de 70 a 80 años y 11 son mayores de 80.

Por contra, más de la mitad de estos positivos emergentes no llega a los 40 años: hay 30 niños de 0 a 9; 27 jóvenes de hasta 19; 66 de entre 20 y 29, y 64 de entre 20 y 39. En total, por tanto, suponen 187 de los citados 353.

Exactamente lo mismo ocurre en Nafarroa, aunque se ofrecen otro tipo de tramos de edad en su desglose. El bloque de 15 a 44 años es el mayoritario en nuevos contagios, alcanzando el 54% del total, seguido del bloque de 0 a 14 años, con el 18%. A continuación, el de 45 a 59 años, con el 17% de los nuevos casos, mientras el de 60 años en adelante solo supone un 11%. Con todo ello, la edad media de los nuevos casos es de 34,4 años.

Casi el 60% de los nuevos contagios este domingo correspondió a Bizkaia, en concreto 204. Y más de la mitad se dieron en Bilbo, un total de 115. Le siguieron Barakaldo, con 17, Getxo, con 12, y Portugalete, con siete.

Pese a ser domingo, en Gipuzkoa y Araba aumentó la cifra de nuevos positivos respecto a la del sábado, al contrario que en Bizkaia. Fue un mal día en Donostia, con 17 contagios contabilizados, especialmente por el alto número de pruebas realizado en torno al brote de un bar de Gros (1.431 en total): el sábado solo se habían observado tres positivos, pero el número ha acabado subiendo a 22.

Otro aviso, ahora de Tapia

Todos estos datos son leídos con lupa por el Gobierno de Lakua, que lleva días valorando imponer un «toque de queda» que elimine el ocio nocturno, pero parece no tenerlo decidido del todo. El cierre de locales se mantiene a la 01.30, mientras en Nafarroa lleva una semana establecido a medianoche.

Esta vez fue la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, la que puso la pelota en el tejado de la ciudadanía: «El Gobierno Vasco está creyendo en la madurez de la sociedad, está creyendo en que sea capaz de atender todas esas medidas de distanciamiento –dijo a Europa Press–. De lo contrario, habrá que tomar medidas mucho más duras, no en cuanto a un confinamiento como el que hemos tenido antes, pero sí en cuanto a medidas que permitan estabilizar la situación y garantizar que los contagios disminuyan».

 

Aburto aboga por reducir vida social mientras Goia mantiene actividades

Las contradicciones en la estrategia ante el covid-19 son patentes incluso entre alcaldes de las capitales vascas de un mismo partido. Ayer el primer edil de Bilbo abogó por reducir los contactos sociales al tiempo que el de Donostia mantiene la agenda de actos para este mes, mientras el de Gasteiz pasa en horas de apuntar un «toque de queda» a elogiar la actitud ciudadana.

En una declaración, el bilbaino Juan Mari Aburto destacó la necesidad de «no fomentar las reuniones ni las concentraciones sociales». «Ni siquiera aquellas reuniones familiares en las que con amigos o familia nos gustaría disfrutar», añadió, porque «está en juego nuestra salud y la de los demás».

En Donostia, se sigue desarrollando el programa de actos de agosto, que tiene todo el aspecto de una Aste Nagusia reconvertida. Su alcalde, Eneko Goia, defendió en Onda Cero que «si uno mira el programa comprobará que son actividades de alcance muy limitado y tienen básicamente las mismas características de las cosas que ya se han conocido en el mes de julio».

Dijo, por ello, no entender el desmarque del PSE, si bien también dejó la puerta abierta a una reconsideración: «Las actividades no tienen por qué generar problemas, aunque todo está sujeto a cómo evolucionen las cosas». GARA