Alberto CASTRO
Al cierre

No puede con los 7.000 puntos

El Ibex dio ayer otra muestra de debilidad, incapaz de regresar a los 7.000 puntos perdidos en la víspera. En tan solo dos momentos, a primera hora y a mediodía, pudo superar ese nivel sicológico. Y eso que, en general, los datos de actividad manufacturera en Europa publicados ayer fueron moderadamente positivos, con los índices PMI por encima de los 50 puntos. El Estado español, por su parte, pinchaba en agosto, al quedarse con 49,9 puntos, frente a los 53,5 puntos de julio. Antes se conoció el PMI manufacturero Caixin, que reafirmaba la recuperación de la industria en China, adelantada el lunes por la encuesta oficial. Y lo mismo podría decirse de EEUU, donde el ISM manufacturero saltaba desde los 54,2 hasta los 56 puntos desde los 54,2 puntos anteriores.

Pero el Ibex no se contagió del optimismo insuflado por los datos de China y EEUU y terminó la jornada con una caída del 0,18%, hasta los 6.956,90 puntos. Del resto de las bolsas europeas solo se salvó de las pérdidas Fráncfort (+0,22%). Por su parte, Milán bajaba un 0,20%; París, un 0,18%; y Londres, un 1,70%. En Nueva York, los índices tecnológicos y el S&P 500 volvían a marcar nuevos máximos históricos, mientras el Dow Jones, todavía lejos de emularlos, sumaba un 0,30% a la hora del cierre en Europa.

Dentro del Ibex, se escucharon las palabras del vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, sobre la urgencia de las fusiones bancarias para ganar rentabilidad. Al final, los dos grandes –BBVA (+0,41%) y Santander (+0,38%)– evitaron los números rojos. No pudieron hacer lo mismo Sabadell (-2,28%), Bankia (-1,71%), Caixabank (-0,84%) y Bankinter (-0,67%). Las acciones de Meliá y Grifols, que restaron un 3,08%, respectivamente, registraron los peores balances.