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Al cierre

Caída semanal pese al impulso de la banca

El Ibex perdió la cota de los 7.000 puntos al anotarse una caída del 2,01% en una semana que terminó con todas las miradas puestas en el sector bancario después de que Bankia y CaixaBank confirmasen que negocian una posible fusión. Todo el sector financiero se vio beneficiado por este anuncio, pero su impulso no fue suficiente para evitar que el índice madrileño terminase la sesión de ayer en rojo, con una caída del 0,23%, hasta los 6.989,7 puntos.

El resto de plazas europeas también cerraron en negativo, con caídas del 0,88% en Londres, del 0,89% en París, del 1,65% en Fráncfort y del 0,82% en Milán. Un comportamiento en el que se hizo notar la aversión al riesgo proveniente de Estados Unidos y que pesa principalmente sobre el índice tecnológico Nasdaq.

En el terreno macroeconómico, ayer se conocía que la tasa de paro de EEUU cayó al 8,4% en agosto, casi dos puntos menos, y que se crearon 1,4 millones de empleos. Mientras tanto, en Alemania, los pedidos industriales moderaron su rebote en julio al 2,8% y las ventas de coches cayeron un 20% en agosto.

Volviendo al Ibex, los títulos de Bankia se dispararon un 32,88%, hasta intercambiarse a 1,376 euros, mientras que los de CaixaBank se impulsaron un 12,37%, marcando un precio de 2,04 euros. Distintos analistas consideran que este anuncio abre la veda para que se produzca una nueva oleada de fusiones bancarias. Más pronunciados que los de CaixaBank fueron los ascensos de otras entidades como Sabadell (13,81%), Liberbank (+13,54%) o Unicaja (+13,24%). Bankinter subió un 5,32%; BBVA, un 5,23%; y Santander, un 3,4%.

En el lado de las pérdidas, destacaron las caídas de Siemens Gamesa (-5,45%), Acciona (-3,2%), Inditex (-2,7%), Merlin (-2,6%), y Endesa (-2,34%), entre otros.