TRAK PHYSIO SUPERVISA EL EJERCICIO FÍSICO CON INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Dos jóvenes emprendedores han desarrollado una plataforma de rehabilitación y seguimiento del paciente mediante inteligencia artificial que asegura la correcta ejecución de la actividad física. En las próximas semanas testarán una primera versión del producto.

Realizar ejercicio físico de forma correcta es muy importante, más aun cuando el objetivo es tratar una lesión. Precisamente, se estima que tan solo el 30% de los pacientes se adhiere a la rutina prescrita por miedo a agravar su dolencia debido a la inseguridad o a la falta de asistencia fuera de la clínica. Ante ese problema, el iruindarra Jon Vital y el oriotarra Carlos Rodríguez-Sierra han creado TraK Physio, un software que guía a la persona usuaria mientras se ejercita y controla su práctica.
«Mi padre tenía una lesión en el hombro y no podía rehabilitarse correctamente durante el confinamiento, porque el contacto con el fisioterapeuta era escaso», recuerda Vital como el origen de la idea. Pivotaron varias veces su posible solución, hasta que vieron que con la cámara de un dispositivo móvil u ordenador y un algoritmo de inteligencia artificial eran capaces de monitorizar al paciente, analizar los ejercicios y asistirle. Contrastaron la opinión del mercado con varios fisioterapeutas y la acogida fue positiva. «Había interés por el producto, pero sobre todo por cubrir esa necesidad que carecía de solución», apunta Rodríguez-Sierra.
Los dos jóvenes se conocieron cursando el grado de Liderazgo Emprendedor e Innovación (LEINN) en Irun. Ambos tienen visión de desarrollo de negocio y eran conscientes de que necesitaban un equipo multidisciplinar que solventara las necesidades clínicas y tecnológicas. De este modo, incorporaron al programador David Soler y al fisioterapeuta Fernando Urtasun. Con recursos propios y gran entusiasmo, han seguido la metodología lean startup centrándose en crear un producto mínimo viable para llegar al mercado lo antes posible, sin perder demasiado tiempo en el desarrollo. En noviembre lo testarán con pacientes y fisioterapeutas para implementar mejoras; y a principios de año entrarán en una fase comercial. «Obviamente no es una versión definitiva», matiza Rodríguez-Sierra, «carecerá de funcionalidades, pero llevar el producto lo antes posible al mercado nos permite fallar rápido y buscar el camino correcto escuchando las necesidades del cliente».
Rápida evolución
Durante sus estudios han llevado a cabo varios proyectos, pero esta experiencia es diferente y están sorprendidos con su rápida evolución. En tan solo seis meses han pasado de la idea al producto y ya hablan de rondas de inversión o facturaciones millonarias en pocos años. No solo eso, en septiembre participaron en el congreso Health 2.0 Basque, «una gran oportunidad en cuanto a visibilidad, darnos a conocer, y generar interés», en palabras de Rodríguez-Sierra. En esa línea, han sido seleccionados por un programa del Centro Europeo de Empresas e Innovación de Navarra (Cein) especializado en proyectos de salud digital; y por la aceleradora de negocios Lanzadera. En Valencia estarán hasta diciembre o mayo, en un edificio que reúne a decenas de personas emprendedoras con las que comparten aprendizaje y conocimientos. Agradecen esos contactos, además de la formación y las mentorías que reciben, así como la posibilidad de acceder a entidades que pueden validar su producto.
Inicialmente, dirigirán su servicio a fisioterapeutas, si bien abordarán el sector sanitario, público y privado, cuando su propuesta esté más avanzada. En ese camino quieren generar alianzas para las validaciones clínicas, y afirman que ya cuentan con oportunidades para entrar en varios hospitales.
Han diseñado tres planes cuyo precio varía dependiendo de las funcionalidades disponibles y el número de usuarios activos. Provisionalmente, estiman que el básico rondará los 30€ al mes y 60€ el más completo; mientras que para los hospitales la licencia será «adaptable y negociable». Empezarán su comercialización en el Estado, pero ya tienen en mente mercados estratégicos como el alemán, el finlandés o el estadounidense, con un mayor volumen económico.
Consideran que su valor diferencial es «la accesibilidad tecnológica», ya que TraK Physio no necesita sensores o dispositivos específicos ni la supervisión física o virtual por parte del especialista. No obstante, aclaran que «no queremos sustituir al fisioterapeuta, sino ser una herramienta para gestionar mejor a sus pacientes». De hecho, la persona usuaria accederá al servicio a través de su profesional, y en la plataforma encontrará los ejercicios prescritos. Contará con una guía audiovisual de cada práctica y asistencia mediante comandos de voz o de texto. Además, el software es capaz de evaluar la progresión respecto a la sesión anterior. Por su parte, el especialista obtendrá métricas sobre el rango de movimiento, la velocidad y el número de repeticiones realizadas; y podrá adaptar la rutina al momento.

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