Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
LOS PERDONADOS

En plena hoguera de vanidades superficiales

Para plasmar su propia visión de una hoguera de vanidades al borde del colapso John Michael McDonagh ha tomado como referencia la afilada novela de Lawrence Osborne. Para tal fin, y coqueteando con el thriller y la intriga, relata las accidentadas jornadas que compartirá un grupo de acaudalados cuando, en el transcurso de una lujosa fiesta, se escenifique una tragedia. El punto de partida es la pareja protagonista, encarnada de manera brillante por Ralph Fiennes y Jessica Chastain, los cuales se meten en la piel de un matrimonio que atraviesa una grave crisis sentimental y que abandonarán la bruma de Londres para viajar a los soleados escenarios de Marrueccos con la intención de asistir como invitados a la fiesta organizada por un millonario en su fastuosa y exótica mansión.

McDonagh nunca esconde sus cartas y de manera más que evidente dirige toda su furia hacia esa troupe de millonarios que, ante su propio espejo, nos descubren toda su insustancialidad mediante secuencias y diálogos que en ocasiones bordean lo grotesco. El firmante de películas tan aplicadas como “El irlandés” (2011) y “Calvary” (2014), incide nuevamente en las diversas aristas que siempre ocultan sus personajes, inmersos en conflictos existenciales o de índole socioeconómico. En esta oportunidad recurre en exceso a los clichés para esbozar una geografía humana que provoca repulsión en sus formas y maneras de observar el mundo.“Los perdonados” es una obra afilada y cruda que alterna secuencias en las que el humor provoca cierta incomodidad entre el patio de butacas. McDonagh se queda en un territorio intermedio, por un lado logra su cometido de entretener con un filme bien narrado y mejor interpretado pero nunca profundiza en exceso en la tramoya de sus despreciables personajes, retratándolos de manera muy superficial.