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Astiberri publica el multipremiado «El peso de los héroes», de David Sala

En ‘‘El peso de los héroes’’ (Astiberri), David Sala narra las tremendas historias de sus abuelos republicanos; uno salió de Mauthausen con la promesa de no morir antes que Franco y el otro fue maqui. Las ha dibujado con influencias de Klimt y Bacon. Enero nos trae también lo último de Amaia Arrazola, en su visita a Japón.

Viñetas del multipremiado «El peso de los héroes».
Viñetas del multipremiado «El peso de los héroes». (ASTIBERRI)

‘‘El peso de los héroes’’ (‘‘Le poids des héros’’, en su versión original) es un multipremiado cómic del francés David Sala sobre sus abuelos republicanos y miembros de la resistencia, cuyas tremendas historias -uno salió de Mauthausen con la promesa de no morir antes que Franco y el otro fue maqui- ha dibujado con influencias de Gustav Klimt y Francis Bacon.

Sala (1973, Décines, cerca de Lyon) cultiva un estilo gráfico que va del expresionismo al modernismo en una obra que, con un guión también firmado por él, le ha valido premios en su país como el Landerneau BD, el BD RTL del mes, Selección Fnac-France Inter, Gran Premio de la BD Elle y el Premio de la BD del Museo de historia de la inmigración.

Tras afrontar trabajos tan diversos como adaptar ‘‘El jugador de ajedrez’’, de Stefan Zweig, o dibujar a la pequeña Banshee, mira ahora hacia su propia infancia en los años setenta y su posterior peripecia vital para recuperar los recuerdos que guarda de sus abuelos y sus padres en una obra traducida por María Serna y publicada el 16 de enero de la mano de la editorial bilbaina Astiberri.

El abuelo materno del autor, Antonio Soto Torrado, sobrevivió al campo de concentración de Mauthausen, donde permaneció prisionero de 1940 a 1945. Pese a las secuelas, consiguió su objetivo al final de su vida: no morir antes que Franco. Falleció a los seis meses de la muerte del dictador.

Josep Sala, su abuelo paterno, fue internado en el campo de Argelès-sur-Mer. Escapó durante un traslado y se unió a los maquis.

«Al parecer los genes tienen memoria. Yo no había conocido el miedo, el frío, el hambre, la humillación, el exilio, la tortura. Nadie me había escupido por ser español (...). Pero sentía esas heridas como si fueran mías», se sincera David Sala en una de las 173 páginas del cómic.

La carrera como dibujante que desarrolló el ilustrador tras estudiar en la prestigiosa escuela Émile Cohl le llevó por variados derroteros que finalmente han acabado en este ejercicio de memoria y reconocimiento de sus mayores -padre y madre incluidos- con el que también muestra su compromiso político de una manera muy personal y a ratos hipnótica.

LEYENDAS JAPONESAS

Las librerías nos traen también otra novedad este enero: Amaia Arrazola (Gasteiz, 1984) regresa a Japón tras el éxito de ‘‘Wabi Sabi’’ con ‘‘Bajo un cielo estrellado. Magia, Belleza y Leyendas Japonesas’’ (Lunwerg Editores), en el que su colorista estilo y su potente trazo exploran leyendas que abordan el origen del mundo, el amor, el miedo y la relación con la naturaleza.

Relatos sobre increíbles y evocadoras criaturas como los ‘‘kamis’’, los ‘‘onis’’ los ‘‘yokais’’ y los ‘‘kitsunes’’ unen lo humano y lo divino en historias dramáticas y llenas de intensidad, favorecidas por la rica tradición oral del japonés, una lengua que tardó muchísimo tiempo en tener una escritura, como cuenta Arrazola.