LAB condiciona su apoyo al Pacto de Salud a la apuesta por el sistema sanitario público
LAB, a través de su coordinadora general, Garbiñe Aranburu, constató ayer que la Mesa de Salud llega a su fase decisiva y pidió presión social para acabar con «el disfraz de la colaboración público-privada». El sindicato se sumará al Pacto de Salud solo si «se apuesta por el sistema sanitario público», dijo Aranburu, que apostó por la «presión social» para reforzar ese modelo.

La coordinadora general de LAB, Garbiñe Aranburu, anunció ayer que su sindicato solo se sumará al Pacto de Salud si al término de la tercera y última fase en la que se encuentra la Mesa «se apuesta por el sistema sanitario público y no se mantienen el modelo privatizador y el disfraz de la colaboración público-privada». Así lo aseguró en una comparecencia en la sede del sindicato en Bilbo, donde subrayó que, en esta tercera fase, «es el momento de decidir el modelo» y que la apuesta por un modelo público será «decisiva» en la postura final del sindicato.
Tras remarcar que desde LAB abogan por reforzar «la presión social» para apostar por ese modelo público, explicó que el sindicato participará en diez grupos de trabajo, pero que «adoptará las decisiones» para esta tercera fase en función de lo que ocurra en el grupo denominado “Colaboración Público Privada y Régimen de Convenios”. Coincidiendo con la entrada en esta tercera fase de la Mesa de Salud, Aranburu compareció para explicar su posición y participación y calificar que esta fase, la última, «será decisiva».
Tal y como explicó, para LAB son muchas las medidas a adoptar para reforzar Osakidetza, ampliar y mejorar el servicio que presta pero, subrayó, lo que va a condicionar todo lo demás es si se apuesta por el sistema sanitario público o se mantiene el modelo privatizador. Recordó que la situación de Osakidetza ha generado preocupación en la sociedad y que han sido numerosas las huelgas y movilizaciones, tanto sindicales como de personas usuarias y agentes sociales, para reclamar cambios radicales en las políticas que han supuesto ese «debilitamiento» de Osakidetza.
En esa línea, afirmó que en todas esas protestas se ha apuntado a la necesidad de transformación que, tal y como incidió, «ha sido la palabra que ha utilizado el propio lehendakari Imanol Pradales». Sin embargo, prosiguió, «no hay transformación si se mantienen las decisiones políticas de hasta ahora», ya que «el fortalecimiento del sistema sanitario público pasa por poner fin a las políticas de privatización y concertación».
Tras afirmar que, analizada la composición y evolución de la Mesa de Salud, no parece que esa visión «sea la prioridad del Gobierno», Aranburu recordó que la segunda fase «se cerró sin consenso».
La coordinadora general de LAB aseguró el documento final «no quería abordar la exclusividad, una medida imprescindible para reforzar el sistema, ni la necesidad de ofrecer el servicio sanitario desde la titularidad pública con recursos públicos y propios». Fue por ello que, con el objetivo de que «el Gobierno no ocultara deliberadamente nuestra posición, no participamos en la reunión de la mesa en la que se cerró el documento de la segunda fase», añadió.
Una vez entrados en la última fase, Garbiñe Aranburu manifestó que se formaron varios grupos de trabajo, pero que en ellos «no había espacios para hablar del modelo privatizador».

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