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Photomuseum acoge obras de Chillida, Euba, Amondarain...

“Mirar a braza” se compone de 30 trabajos pertenecientes a la colección de Fernando Garate y Estrella Gómara

Una de las obras exhibidas en Photomuseum.
Una de las obras exhibidas en Photomuseum. (Maider LÓPEZ)

“Mirar a braza”. Es el título de la muestra que ha abierto sus puertas en Photomuseum hasata el 31 de agosto. Exhibe una treintena de obras pertenecientes a la colección MV de Fernando Garate y Estrella Gómara, siguiendo la estela de veranos anteriores. Ambos coleccionistas han contado con la colaboración del artista José Ramon Amondarain -también se incluye obra suya- para comisariar la muestra, así como en la edición del catálogo. Entre los autores seleccionados cabe señalar a Eduardo Chillida, Jordi Teixidor, Prudencio Irizabal, June Crespo, Unai San Martin, José Pedro Croft, Jesús Palomino, Manu Muniategiandikoetxea, Maider López, Iñaki Gracenea, Jon Mikel Euba, Ángela de la Cruz, Cristina Iglesias y Taxio Ardanaz.

«Las personas que son artistas reaccionan de una manera propia a las vicisitudes que presenta una época y sienten sus vibraciones con una sensibilidad que promueve que cada cual en sus acciones y en sus hábitos se adhiera al otro. Ahora partimos de las imágenes, desde el imaginario en busca de un deseo que acceda, aunque sea momentáneamente, a instalarse en los pliegues del espacio. A pesar de que hace tiempo que las imágenes se han materializado y se han despegado de nosotros, la imagen hace de radar. Un eco para sobrevivir en continua readaptación, en este mundo significamentoso», señala Amondarain. Lejos de plantear un tema o de seguir un hilo discursivo, la selección de las obras que se agrupan en esta exposición se sumerge en las densidades y la viscosidad de la imagen.

El título hace alusión a que toda técnica es técnica del cuerpo. «Nos indica que la mirada es voluntaria, una especie de radar activo y en movimiento, cuyo objetivo no es el de recibir, sino el de ordenar lo visible. La muestra plantea en la disposición de las obras que cada imagen deje de ser en parte lo que es o lo que quiso llegar a ser. Una propuesta donde el espectador se encuentra entre un deseo culturalmente dirigido hacia la búsqueda de un significado y la apertura de su conciencia a partir de la frustración que le provoca el no encontrarlo. Entre tanto y en medio de esta coreografía, la exposición nos revela que mirar abraza».