Ramón ZALLO
Catedrático emérito de EHU
GAURKOA

El plan estratégico de Busturialdea a examen

La Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno Vasco han presentado el Plan Estratégico Comarcal de Busturialdea-Urdaibai (PEB), elaborado junto a las 20 alcaldías de la comarca, de las que 10 son del PNV, 7 de EH Bildu y tres independientes. Es un paso adelante manifiestamente mejorable, aunque, como veremos, privilegie el carril infraestructural y sea, en buena parte, el compromiso financiado de compromisos anteriores incumplidos.

De partida, la toma en consideración de las necesidades económico-sociales de Busturialdea y la elaboración del Plan no nace de la iniciativa institucional, sino de la presión social para lograr un cambio de rumbo institucional en lo económico o para detener la implantación del Guggenheim Urdaibai por razones ecológicas y/o económicas, y no haber convencido de que ese proyecto pueda ser el motor del desarrollo comarcal. El PEB se ha acelerado como compensación o complemento.

Básicamente, el Plan contempla 13 proyectos financiados: un tramo de la carretera Autzagane-Muxika; tramos de Bidegorri entre Muxika-Gernika-Murueta; mejora del transporte público con intermodalidad en Mundaka y un proyecto piloto de transporte a demanda; regeneración de barrios vulnerables y apoyo a empleo local; promoción (escasa) de VPO; refuerzo de FP en Bermeo y Barrutialde; accesos a Polígono de Muxika, quedando pendiente urbanización y distribución; readecuación de INAMA; apoyo a la inversión tecnológica en empresas comarcales, especialmente Maier Technology Center; Bermeoko Portue; cuatro puestas en valor de activos patrimoniales (un sorpresivo museo de inmigración vasca que, al parecer, sustituiría a la necesaria ampliación del Museo de la Paz para el 90 aniversario del bombardeo y que apoyó Urkullu; la cantera Andrabide de Ereño; Poblado Romano de Forua; y Santimamiñe), Plaza del mercado de Gernika y una Agencia Comarcal de Desarrollo, sin coste asignado. Todo ello estimado en 78,345 millones. El Gobierno Vasco pondrá 24 millones y Diputación 54,3.

Las infraestructuras de acceso (carreteras, bidegorris, intermodalidad, acceso al polígono de Muxika) se llevan 50, 8 millones, y si se suman infraestructuras más directamente económicas (Inama, puerto de Bermeo y plaza de Gernika), con 9,85 millones más, totalizan 60,65 millones, con lo que solo quedan para el resto de áreas (apoyo a innovación, VPO, hogares vulnerables, empleo, transporte a demanda, patrimonio y FP), 17,5 millones, 22,3%. Es, así, más un plan de infraestructuras (77,7%) que un plan integral. Se trata de 78 millones necesarios, escasos y mal repartidos en conceptos. Queda bastante alejado del espíritu, retos detectados y medidas propuestas por la sociedad civil en «Propuesta de plan económico y ecosocial estratégico para Busturialdea-Urdaibai desde la sociedad civil» (G. Gogoratuz, nov. 2024).

En infraestructuras, no aparecen la habilitación de suelo industrial para Bermeo y Gernika-Lumo o un Plan Urgente para minimización de la inundabilidad. En ecosistema, no consta un Plan de Restauración Ecológica de la Cuenca del río Oka y de la red fluvial. En lo social y cultural, no se contemplan programas de empoderamiento de las mujeres, de promoción del euskara, de atención a la inmigración, de trabajo doméstico, de residencias, de plan cultural, centro hospitalario semiintegral, de ampliación de planes de estudio en los EFP hacia la gestión medioambiental, biodiversidad, TICs... más allá de sus nichos actuales. En economía, no han incorporado la consolidación de los cluster sectoriales existentes, con unos escasos 2,5 millones; la mitad de la carretera Autzagane - Muxika; instalación de un centro tecnológico o de investigación sea en energía, bioeconomía o nuevos materiales (en Muxika o Elkartegi); apertura de una línea de empresas en economía verde o 4.0; un plan rural para el incremento de la tierra dedicada a la producción agro-ecológica; industrias creativas... Ya se sabe que no hay dinero para todo. Pero la asignación del que hay para Bizkaia indica las preferencias de quien decide.

De todas formas, a esos 78 millones «nuevos» hay que sumarles las inversiones previas comprometidas o en ejecución en presupuestos ordinarios y fuera de Plan. Ahí las cifras mejoran. Hay 8 proyectos importantes comprometidos antes del PEB, que se financian por el servicio correspondiente por un valor de 225,24 millones. Ahí están Euskal Trenbide Sarea (desdoblamiento de vías) con 18 millones; URA en saneamiento y suministro de agua con 80; Miteco del Gobierno Español (restauración medioambiental) con 40; la propia Diputación (Sollube) con 66; y otros 21 del Gobierno Vasco (otra parte de Bermeoko Portue (3), adquisición de INAMA (6) y de suelos en Polígono (12) por parte de Sprilur). Todo infraestructuras, nada de promoción económica.

Entre ambas partes totalizan 303,5 millones, que son los que se habrán volcado sobre la comarca a lo largo del quinquenio 2025-2030. De esa cifra, solo 17,5 millones −5,8%− no van a infraestructuras de algún tipo. Así difícilmente se puede generar un cambio del modelo económico y social de la comarca. Fue un acierto no incluir como proyecto el (polémico) tema Guggenheim. No hubiera habido PEB.

Ha habido prisas -por razones políticas− para que en solo un año hubiera un PEB. Se ha echado mano de un procedimiento estándar y de un listado conocido de infraestructuras y continentes de interés general, obviándose la definición del modelo económico de futuro, así como las necesidades sociales. De las cuatro patas de la mesa del desarrollo sostenible (economía, sociedad, infraestructuras y ecología) las dos primeras cojean.

Con todo, para el inmediato futuro, cabe corregir el modelo aprobado, encadenando y comprometiendo desde ahora, nuevos planes a medio plazo, hasta acometer las medidas necesarias para el despegue de la comarca y su cambio de modelo de desarrollo económico y ecosocial, de forma compatible con una Reserva de la Biosfera.