D. L.

Pulso entre Irán y Europa, no EEUU, por el programa nuclear

Pancarta con imágenes de homenaje a los científicos nuclares.
Pancarta con imágenes de homenaje a los científicos nuclares. (Morteza NIKOUBAZL | NURPHOTO)

Parlamentarios principalistas iraníes (conservadores en el diccionario occcidental) preparan un proyecto de ley para abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), prohibir las negociaciones con EEUU y Europa, y suspender la cooperación con la Agencia Internacional de la energía Atómica (AIEA), después de que las tres potencias europeas (Estado francés, Gran Bretaña y Alemania, conocidas como el grupo E3) iniciaran un proceso para reimponer en 30 días las sanciones de Naciones Unidas.

El proyecto exige el abandono del TNP, al que Irán se unió en 1970, una amenaza que ha repetido el país persa en periodos de tensión por su programa nuclear, la última durante la Guerra de los Doce días de Israel-EEUU contra la República Islámica en junio.

El TNP compromete a los países firmantes a no desarrollar armas nucleares y ser objeto de inspecciones por parte de la agencia nuclear de la ONU.

Teherán y Washington mantenían negociaciones indirectas acerca del programa nuclear iraní, pero se detuvieron tras el inicio de la guerra por parte de Tel Aviv el 13 de junio, un conflicto en el que Israel y Estados Unidos bombardearon instalaciones atómicas iraníes y buscaron descabezar al Ejército.

Al mismo tiempo, el proyecto establece la paralización de la cooperación de Irán con la AIEA, algo que ya sucede desde entonces.

El E3 inició ayer el proceso de reimposición de las sanciones de Naciones Unidas -de 30 días de duración- al considerar que Irán ha incumplido de forma «clara y deliberada» el acuerdo nuclear de 2015 «y los sitios de mayor preocupación en materia de proliferación (nuclear) están fuera del control» de la AIEA.

Teherán recuerda que fue EEUU el que abandonó en 2018 por orden de Donald Trump el pacto que limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones y reimpuso medidas punitivas, Y acusa de pasividad a la UE.

MANO TENDIDA

Con todo, el ministro iraní de Exteriores, Abbas Araqchi, señaló que Teherán está listo para reanudar negociaciones, pero «justas y equilibradas» sobre su programa nuclear, y negó al E3 «legitimidad» y «competencia» para iniciar el proceso de reinstauración de sanciones de la ONU al acusa a sus integrantes de haber «incumplido con sus obligaciones del acuerdo nuclear de 2015».

La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, mostró su esperanza en que el proceso iniciado por el E2 «brinde una oportunidad de encontrar vías diplomáticas».

El secretario general de la ONU, António Guterres, instó a todas las partes «a continuar las negociaciones para encontrar una solución diplomática que garantice el carácter pacífico del programa nuclear iraní y genere beneficios económicos para el pueblo iraní».

RUSIA Y CHINA CRITICAN A LAS POTENCIAS EUROPEAS

El Gobierno de Rusia tildó de «ilegal» la decisión de los Gobiernos del E3 y les acusó de «intentar manipular» la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que respaldó el acuerdo nuclear de 2015, para augurar que «esta postura de confrontación con Teherán no tiene futuro».

China aseguró que la decisión «no es constructiva» y, tras señalar que el asunto «está en una encrucijada crítica», advirtió de que «socavará el proceso político y diplomático para resolver las tensiones en torno al programa nuclear de Teherán».