Lo primero que “Jianyu Laide Mama”quiere que sepas de ella es que se basa en la historia real de Zhao Xiao- hong, actriz debutante en clave de autoficción para el documentalista Qin Xiaoyu (‘A First Farewell’). En pos de la realidad, de hecho, puede explicarse el mayor logro de la película: la renuncia callada a los engranajes del melodrama para retratar los vaivenes de una madre obcecada por cuidar a su hijo Lele. El coro de secundarios entra y sale movido por las obligaciones cotidianas. Así, sin escollos melodramáticos, grandes rebeliones o tragedias. Solo por existir, el niño (Wang Junyan) es ya la principal fuente de deseo y conflictos de una mujer funcionalísima, así como verdugo (¿cons- ciente?) de uno de los momentos más crueles del film, ante una feliz cinta de vídeo casera.

Lele resulta naturalmente fotogénico en tanto que muy real; otra vez, por virtud de un realizador formado en la no-ficción. Sin embargo, el director Qin Xiaoyu aspira al mismo tiempo a cierta lejanía para con los pasajes más emotivos del relato, ya sea dejando a sus cuerpos dolientes abandonados en plano, o por rebanar los crescendos dramáticos solo en lloreras arrebatadas. Ahora, no queda mucho más por alabar de una película que confía tanto en el poder de sus silencios que, por ejemplo, los subraya en paréntesis muteados sin cuidado alrededor de momentos de trascendencia dramática.

Se agradece la voluntad atmosférica de ‘Jianyu laide mama’, sobre todo en contraste con la cerebralidad que mueve los sosiegos de su dispositivo, pero ni fondo ni forma la rescatarán del olvido temprano.