Maite Soroa
msoroa@gara.net
PAPEREZKO LUPA

Caverna y cavernícola

La operación policial contra los interlocutores de EPPK era contada ayer con entusiasmo por el facherío mediático. Los titulares de sus primeras páginas son suficiente ración de mala baba.

El de «La Razón» rezaba así: «Golpe del Estado a los organizadores del `aquelarre' de Durango». Qué originales. Con menos contemplaciones aun, «El Mundo» titulaba «Los etarras destruyeron pruebas gracias anuncio de Interior». La banda de Pedro J. parece tener información de primera mano, verdadera o falsa, pero de primera mano. «Abc», por su parte, titulaba «La Guardia Civil descabeza el `frente' de abogados de ETA». Servidora espera, al parecer en vano, la desarticulación del frente de memeces de la caverna. Y en el interior, en un despiece referido a Arantza Zulueta, hablaba de la «estructura `Halboka'», desarticulada en 2010 y que «en euskera significa `Rompiendo los muros, pronto los luchadores a la calle'». En realidad la traducción es mucho más larga, pero los expertos de «Abc» optaron por resumirla.

Y supuestamente fuera de la caverna y el trazo grueso, la delicadeza, la racionalidad y el rigor periodístico -¿han percibido la ironía?- venían de la mano de «El País». Bajo el titular en portada «Interior descabeza el aparato de presos de ETA tras el acto de Durango», ofrecía un párrafo memorable: «El Gobierno ha golpeado al núcleo duro de ETA eta en plena movilización de sus presos». Han leído bien, pero sigan leyendo con atención. «Tres días después del acto de Durango, en el que 74 exreclusos de la banda apoyaron la decisión de sus compañeros en prisión de rechazar la violencia y aceptar la legalidad penitenciaria, la Guardia Civil detuvo ayer a ocho integrantes del llamado frente de makos (cárceles), entre ellos los abogados Arantza Zulueta y Jon Enparantza, supuestos cabecillas del entramado de conexión con la cúpula de la organización. Ambos están considerados por Interior como parte del núcleo duro de ETA y contrarios a la relajación de la disciplina etarra con los presos». Aunque no hayan leído con mucha atención, seguro que han reparado en que unas líneas más arriba decía que 74 expresas y expresos vascos, en el acto organizado por el grupo de interlocución de EPPK, con la presencia de Zulueta, Enparantza y el resto de detenidas y detenidos anteayer, «apoyaron la decisión de sus compañeros en prisión de rechazar la violencia y aceptar la legalidad penitenciaria». ¿Tenían que haberla rechazado?