El pasado miércoles la ONU presentó un informe demoledor sobre los abusos sexuales a menores por parte de personas bajo la autoridad de la Iglesia católica. En él acusaba al Vaticano de haber permitido esos abusos y protegido a quienes los cometieron. Bueno, pues algunos, esos que llaman integristas a otros, en vez de aplaudir el emplazamiento de de la ONU al Vaticano para que facilite toda la documentación de que disponga, aplaudían al Vaticano.

«Abc», bajo el titular «El Vaticano lamenta que un comité de la ONU le pida apoyar el aborto», subtitulaba acerca de la «Sorpresa en la Santa Sede ante el mandato de la Convención de Derechos del Niño», y en su sección Protagonistas premiaba con una flecha hacia arriba al portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, por «los esfuerzos del Vaticano por aumentar la transparencia. En un día difícil tras la reprimenda de la ONU, Lombardi respondió con claridad que el compromiso de la Iglesia es aclarar los casos de pederastia y evitar que se repitan». Surrealista. En vez de, por lo menos, callarse, aplauden al Vaticano... ¡por su transparencia!

Según «La Razón», esa gente de la ONU es... lean ustedes el `puntazo' titulado «Ataque sectario de la ONU a la Iglesia»: «En un ejercicio de parcialidad y sectarismo indigno de la institución, el Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño arremetió ayer contra la Iglesia por los casos de pederastia. Nada puede justificar ni relativizar el abuso infantil, pero no parece que a la ONU le preocupe saber toda la verdad, sino desprestigiar a la Iglesia». A servidora le parece bastante claro que en esa cuestión, y en otras, la Iglesia ya se ha desprestigiado bastante ella solita. En su sección de Religión, el mismo diario aseguraba que el Vaticano «planta cara al informe `ideológico' de la ONU sobre los abusos», y dedicaba casi dos páginas a «demostrar» que la ONU no tenía por qué echar nada en cara a la Iglesia, porque esta ya había puesto en marcha numerosas iniciativas «para poner fin a esa lacra y reparar el daño causado». Al parecer, la ONU debería pedir disculpas. Y en su `punto de mira', titulaba una fotonoticia «Transparencia vaticana» con motivo de la oportuna recepción del premio ¡Bravo! por parte del mencionado Lombardi en Madrid, donde dijo que «la Santa Sede `está trabajando mucho' sobre la cuestión de los abusos». Seguidamente le secaron en sudor, ¿no?